"Cede policía en Turquía frente a los manifestantes"
ESTAMBUL, Turquía (AP)._ La Policía turca abandonó la plaza principal de Estambul, retiró las barricadas
y permitió que miles de manifestantes permanecieran en el lugar tras una represión contundente que transformó el centro de la ciudad en un campo de batalla.
Un segundo día de protestas en todo el País por los percibidos excesos de la Policía durante una concentración en la plaza Taksim puso al descubierto el descontento popular contra el Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan, a quien muchos turcos consideran cada vez más autoritario y contrario a la opinión de sus opositores.
Incluso cuando pareció ceder ante el clamor de los manifestantes al retirar a la Policía y ofrecer algunas concesiones, Erdogan, que cumple su tercer mandato, dijo que las protestas son ilegítimas e insinuó que podría reunir fácilmente un millón de personas en una concentración a favor del Gobierno.
Ozturk Turkdogan, presidente de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía, dijo que centenares de personas resultaron heridas en varias ciudades a causa de la represión policial y fueron detenidas varios centenares.
Al retirarse la fuerza pública, algunos manifestantes apedrearon a los agentes, que respondieron lanzando varias andanadas de gases lacrimógenos, dijo la agencia noticiosa privada Dogan.
La agencia oficial Anadolu dijo que los manifestantes arrojaron fuegos artificiales a los agentes.
Posteriormente Dogan dijo que en Estambul fueron detenidas 138 personas.
La Policía se retiró igualmente de una manifestación en la capital turca de Ankara.
En Taksim, los manifestantes entonaron consignas antigubernamentales, incluyendo "¡Tayyip dimite!". Varias
personalidades turcas se unieron a la multitud y miles de personas permanecieron en la plaza agitando banderas.
El Primer Ministro agregó que su Gobierno está decidido a urbanizar Taksim, talar los árboles y reconstruir los antiguos cuarteles del imperio otomano, pero aclaró que no ha sido adoptada una solución firme sobre la construcción del centro comercial.
Pese a las declaraciones de preocupación de Estados Unidos y Gran Bretaña por la represión policial, Erdogan mantuvo su actitud.