"Espera Rusia al próximo 'dueño' de la Casa Blanca"
MOSCÚ (NTX)._ El Mandatario ruso Vladimir Putin afirmó ayer que trabajará con quien sea que gane los comicios presidenciales en Estados Unidos, rechazó que intervenga en el caso "Pussy Riot" y denunció el conservadurismo del departamento estadounidense de Estado.
Trabajaré con quién elija el pueblo estadounidense, dijo a la cadena de televisión RT y agregó que la postura antirrusa del candidato republicano Mitt Romney, a quien reconoció "una posibilidad alta de ganar", es sólo "retórica de campaña", pero la juzgó de "equivocada".
Advirtió que si el republicano gana la Casa Blanca, entonces el sistema antimisiles diseñado por Estados Unidos y al cual se opone Moscú a pesar de las precisiones de que no está dirigido en su contra, sería redirigido contra Rusia pues tecnológicamente así está diseñado.
Ese escudo es uno de los principales problemas entre ambas potencias, agregó, pues busca romper el actual equilibrio estratégico entre ambas naciones y podría generar una nueva carrera armamentista.
Subrayó que una forma de solventar este problema sería que ambos países tengan acceso equitativo al manejo de ese sistema, pero se trata de un tipo de colaboración para la que Estados Unidos, posiblemente, no esté preparado, acotó.
En ese marco dijo que existe un fuerte interés militar en la instrumentación de ese sistema de misiles, al igual que lo está el departamento de Estado "con su maquinaria bastante conservadora".
Rusia va a seguir el diálogo con Estados Unidos, pero también "vamos a pensar en como defendernos y mantener el equilibrio estratégico".
En otros temas señaló que en la crisis siria para Moscú lo esencial es finalizar la violencia y obligar a las partes en conflicto a negociar y determinar un futuro con seguridad para todos, y luego proceder a los pasos prácticos sobre el sistema político de esa nación.
Putin demandó detener el actual flujo de armas a la zona de conflicto, y no tomar decisiones impuestas por alguna de las partes, pues son inadmisibles, como la aprobación en el marco de Naciones Unids de una intervención armada extranjera.