"Revive la marca Borgward"

CULIACÁN._ Quizá para muchos el apellido Borg-ward no les suene nada familiar en relación con la industria del automóvil mundial. 

Borgward (se pronuncia Borvard) es una empresa que fue fundadad por el señor Karl F. W. Borgward, en 1919, en Alemania, específicamente en Bremen, donde al paso de los años construyeron cuatro marcas de automóviles, los homónimos: Borgwards, Hansa, Goliath y Lloyd. 

Borgward fue una marca que en su momento fue el ejemplo a seguir por los demás constructores alemanes, como Audi, Daimler Benz y BMW. 

La marca no sólo incursionó en el terreno de los automóviles, también hizo barcos, helicópteros, toda una línea de camiones para trasporte de pasajeros y materiales, así como un sinfín de modelos que ofrecían innovaciones para su época como la suspensión neumática autonivelante, misma que fue usada en los vehículos preparados para competición que participaron con éxito en las 24 Horas de Le Mans en Francia, los mil kilómetros de Nurburgring en Alemania y La Carrera Panamericana en México, por citar las más extenuantes e importantes. 

Para Karl Borgward no todo fue miel sobre hojuelas y su compañía se declaró en quiebra en 1961. Aquí viene otra parte de la historia que casi nadie conoce. 

Un grupo de inversionistas mexicanos, impulsados por el entonces Presidente del país, Adolfo López Mateos, contactaron a los acreedores de Borgward y así empieza una larga serie de negociaciones que culminan en 1967, con la inauguración de la planta de automóviles FANASA (Fábrica Nacional de Automóviles, S.A.), en el estado de Nuevo León, México. 

De esa instalación solamente salieron dos modelos, similares en su diseño, que sólo variaban en la distancia entre ejes, fueron el 230 y al 230 GL, este último también era más largo y fue denominado "Limousine". 

En la época los anuncios rezaban: "Borgward 230 ¡el Mercedes de los listos!", haciendo referencia a que el auto estaba hecho en México, pero la industria automotriz es demasiado compleja y no sólo con entusiasmo y frases bonitas se logra vender autos. 

Durante su azarosa existencia, Borgward en México sólo logró fabricar –y vender- 2 mil 267 vehículos, muchos de los cuales fueron asignados al Estado Mayor Presidencial, siendo el auto oficial del Presidente, a los secretarios de estado también que se les asignó un modelo 230. 

FANASA fue un rotundo fracaso comercial y la marca volvió a declararse en quiebra en 1970. 

Sin embargo, la marca alemana revivirá en breve y será relanzada en el marco del Salón de Ginebra por el nieto de Karl Borgward, quien junto con su socio, Karlheinz L. Knoss, presentarán un nuevo concepto que ellos llaman "Un Auto Mundial", con tecnologías de punta y sobre todo rentable ¿será? 

Hoy día el lanzar –o relanzar- una nueva marca de autos, partiendo de cero es un acto que puede sonar hasta temerario, pero según Christian Borgward lleva ya diez años en el proceso de creación de la compañía automotriz y tiene bajo el brazo un modelo de negocio atractivo que lo harán triunfar. 

Habrá que esperar un poco para ver cómo son los nuevos autos Borgward.

*Con información de Autocosmos.com