"Volante y alcohol, mala combinación"
Una de las primeras causas de muerte entre la población joven de México, así como del mundo, son los accidentes viales, destacando que en más del 60 por ciento de los casos registrados alguna de las personas involucradas se encontraba bajo el influjo del alcohol al momento del percance.
El Consejo Nacional Contra las Adicciones reveló que el consumo de alcohol causa seis de cada 10 muertes de las muertes en accidentes de tránsito, debido que el conducir en estado etílico aumenta 10 veces el riesgo de percances vehiculares.
De hecho, está completamente prohibido circular bajo los efectos de drogas o de alcohol, ya que estas sustancias afectan directamente el comportamiento de los individuos, especialmente al sistema nervioso y el sentido de la visión, así como al comportamiento del conductor.
El alcohol incrementa el tiempo de reacción, reduce el campo de visión y provoca que se aprecien mal las distancias y las velocidades de otros vehículos.
A raíz de esto, han sido creados distintos programas del Gobierno y de empresas cerveceras para exhortar a la población a no conducir tras consumir bebidas embriagantes, para de este modo disminuir la incidencia e impacto de los accidentes viales.
Uno de los programas que más ha impactado es el llamado Alcoholímetro, que consiste en la instalación de módulos de revisión a conductores en diferentes puntos de la ciudad, principalmente durante el fin de semana y días festivos.
En estos módulos, un médico y un trabajador social revisa el nivel de alcohol de los automovilistas, con apoyo de personal de la Policía Municipal y de Tránsito, para dar la atención adecuada al ciudadano al que se le está haciendo la prueba.
En caso de sobrepasar los límites de alcohol en la sangre permitidos, el conductor se hace acreedor a una multa y es remitido al centro de detención conocido como "El Venadito".
Desde su creación, las autoridades han enfatizado que este programa no tiene fines recaudatorios sino preventivos, pues literalmente se saca de circulación a los conductores ebrios que transitan por las calles durante las noches y que son un riesgo para otros usuarios de la vía pública, especialmente los días festivos y fines de semana.
La combinación del alcohol y el volante no sólo cobra víctimas en los percances viales. El acoholismo es una adicción que impacta en toda la familia y lacera a la sociedad en materia de salud, social y económica, ya que los accidentes de tránsito también está relacionados de manera directa con los casos de discapacidad física en personas jóvenes.
De hecho, el alcoholismo está considerado un serio problema de salud pública, donde los padres de familia tienen un papel preponderante en la prevención de su consumo, pues son ellos quienes permiten o no a sus hijos la ingesta alcohólica a edades tempranas con su ejemplo y consejo.
Y es que el consumo de alcohol, en la mayoría de los casos, empieza promovido por los progenitores, como una manera de que socialicen y manifiesten su madurez, en el caso de los varones está implícita la propia hombría.
Lo más preocupante es que los adolescentes son el principal foco rojo de este problema, un gran número de los que asisten a los centros de diversión salen en estado de ebriedad y se suben al automóvil sin pensar que pueden causar un fatal accidente, donde no sólo pierden la vida ellos, sino que llegan a afectar a terceros.
ACCIDENTE DE TRÁFICO
Un percance de tránsito, accidente vial, accidente automovilístico o siniestro de tráfico es el perjuicio ocasionado a una persona o bien material, en un determinado trayecto de movilización o transporte, debido, generalmente, a una acción riesgosa, negligente o irresponsable de un conductor, de un pasajero o de un peatón, pero en muchas ocasiones también a fallos mecánicos repentinos, errores de transporte de carga, a condiciones ambientales desfavorables y a cruce de animales durante el tráfico o incluso a deficiencias en la estructura de tránsito, como errores en señales y de ingeniería de caminos y carreteras.
VOLANTE +ALCOHOL
Cuando se toma una copa, ésta se va directamente al estómago, y si se encuentra vacío, en cinco minutos el alcohol es absorbido por la sangre. Entonces comienza a circular por todo el cuerpo, llega a la cabeza y así es como se empiezan a sentir los efectos: sensación de excitación, sensaciones expandidas de sociabilidad o euforia, la percepción visual es distorsionada, hay deterioro en la coordinación motora, el equilibrio y el lenguaje. Fuertes cantidades de alcohol reducen el dolor y molestias corporales e inducen al sueño.
¿POR QUÉ TE ALTERA EL ALCOHOL?
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, es decir, disminuye las capacidades en el cerebro y en la movilidad de la persona; ello produce que las reacciones sean mucho más lentas; además de que la percepción se reduzca y que haya fatiga y sueño en el bebedor; bajo los efectos del alcohol, la mayoría de las personas se desinhiben, por lo que incurren en actos que en condiciones normales no harían, como es correr riesgos, en el caso de los conductores exceder los límites de velocidad.
ALCOHOLISMO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el alcoholismo como la ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre (una copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de litro de cerveza 15 gramos). Y lo ha catalogado como una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal, producida por la combinación de diversos factores: fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y, a veces, orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte.
IMPACTO ECONÓMICO
En México, el impacto de los accidentes viales representa 1.20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, casi 130 mil millones de pesos al año, de acuerdo a los reportes de la Secretaria de Salud. Tales pérdidas se deben a la atención médica inmediata que se brinda en los servicios de urgencias, tratamiento médico posterior, daños materiales y físicos.
SIN ALCOHOL
Los altos niveles de alcohol en la sangre son el factor más importante para no permitir que las personas realicen actividades como manejar un vehículo, ya que conducir bajo los efectos del alcohol no sólo es un peligro para quien conduce, sino también para quienes le rodean al transitar por las vías de circulación, así como para el resto de la sociedad.
ALCOHOLÍMETRO
Es un tipo especial de instrumento, usado para determinar el nivel de alcohol presente en un líquido o gas. Puede por tanto ser usado para medir el porcentaje de alcohol en una bebida alcohólica o para determinar la presencia de alcohol en la sangre o en un gas. Su mecanismo de operación es un sensor de gas, que indica al soplar sobre él, el tanto por ciento de alcohol en sangre y puede servir a una persona para saber si se está en condiciones de conducir.
LOS NIVELES
Existen dos formas de medir el consumo de alcohol: la cantidad presente en cada litro de sangre y la que hay en cada litro de aire expirado. Dependiendo del modo en que se cuantifique, el límite es distinto: 0.5 gr. de alcohol por litro de sangre y 0.25 gr. por litro de aire expirado. En los controles de carretera, es la cantidad de alcohol en aire expirado lo que se mide, por lo que es la segunda cifra la que se debe tener en cuenta.
LA PREVENCIÓN
Aunque lo ideal es no excederse nunca, si crees que vas a consumir alcohol y hay necesidad de moverse en un vehículo existen varias opciones para librarte de la responsabilidad de manejar: la más sencilla es utilizar el servicio del transporte público de alquiler (taxi, auriga, pulmonía), otra es designar a un conductor que se mantenga sobrio, que será alguien que se comprometa a no beber en toda la noche y llevarte de regreso a casa, aunque ebrio, salvo, así como a sus demás acompañantes.