"Declara Lisette en PGJEM"
NTX/UNIV
TOLUCA (NTX/UNIV)._ Lisette Farah, madre de Paulette Gebara Farah, acudió ayer a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, PGJEM, para ampliar su declaración en torno a la investigación por la muerte de su hija de 4 años.
Fuentes de la PGJEM confirmaron que la mujer de 34 años arribó alrededor de las 11:20 horas acompañada de su abogado, Alejandro Varela, sin que ninguno de los dos aceptara dar declaraciones a los medios de comunicación.
A la llegada de ambos, el defensor sólo comentó que acudían para que Farah ampliara su declaración.
Unos 30 minutos antes se presentó en las instalaciones de la dependencia Roberto Ayala, señalado en la investigación como presunto amigo de Lisette Farah, para presentar su declaración debido a que la mañana del viernes, cuando se presentó de manera voluntaria, no hubo personal de la Procuraduría estatal que pudiera atenderlo.
El viernes las asistentes domésticas Marta y Erica Casimiro Cesáreo estuvieron en las instalaciones de la Procuraduría mexiquense por alrededor de 12 horas asistidas por el abogado José Luis Montero García y Fernando Alfaro Aldaña, quien según Salvador, primo de ambas, ofrecieron sus servicios de forma gratuita.
Las niñeras abrían ampliado su declaración y sometido a más pruebas periciales.
La niña Pulette Gebara Farah desapareció de su recámara el 22 de marzo y nueve días después fue encontrada sin vida en ese mismo lugar, situación que propició el arraigo de Marta y Erica Casimiro, así como de sus padres Mauricio Gebara y Lisette Farah, esta última principal sospechosa de lo que en un primer momento el titular de la Procuraduría Alberto Bazbaz aseguraba que se trataba de un homicidio.
Caso Paulette, más que una nota roja
La desaparición y muerte de la niña Paulette Gebara Farah, de 4 años, atrapó a millones de personas en su cobertura diaria, involucrándolos en un enorme juicio moral sobre la actuación de los padres, y ético para el caso de autoridades, según analistas.
"La historia de la pequeña Paulette atrapa a todos porque tiene todos los elementos del drama. La víctima es una niña que sufre una doble indefensión, la propia de su edad y su discapacidad. Eso apena y conmueve a la ciudadanía. Además, está la tradicional sospecha de la incompetencia de las autoridades y la impunidad que acampa por todos lados. Si nos conmueven todas las víctimas, Paulette nos conmueve de forma especial", dice Francesc Barata, especialista en medios y criminología.
Historias que concentran igual o mayores dosis de brutalidad y corrupción ocurren cada segundo. Barata cita ejemplos del violento sistema que produjo en 2005 la muerte de casi 8 mil 500 infantes en México, de cuyas historias personales se conoce poco a través de los medios de comunicación.
"Eso es terrible y apenas nos inmoviliza porque son dramas invisibles de los que apenas sabemos", señala.
La proclividad ciudadana al sufrimiento de personas a quienes ven como sus pares dentro de la sociedad, es apenas la mitad que explica la permanencia y sobreexplotación que se hace de este tipo de tragedias, señala José Carlos Lozano, director del Centro de Investigación en Comunicación e Información, Cinco, del Tecnológico de Monterrey.
La desaparición y muerte de Paulette fue trama dominante desde el primero de los días. Y lo sigue siendo hoy porque el caso teje los componentes señalados por los especialistas.
No sólo hay drama e intriga, sino el concierto de una vida familiar atrofiada, dinero, relaciones con figuras del sistema político, traición, contradicciones y una mala conducción de los informes sobre la investigación por parte de la misma autoridad.
CASO SIMILAR
A la par que el caso Paulette, España se conmovía con su propio drama infantil, reseñado con furia por los medios informativos.
La desaparición de la niña de 13 años, Cristina Martín, en Seseña, comunidad toledana de 18 mil habitantes, mantuvo en vilo a millones y sacudió conciencias políticas tras el hallazgo del cadáver. Ella fue asesinada por una compañera de clases, lo que motivó el debate por reducir la edad penal a 12 años.
Cristina Martín, desaparecida desde el 30 de marzo, fue encontrada el 3 de abril.
Un beneficio de la cobertura de estos casos es que con tales niveles de atención pública, se vuelve difícil que la autoridad dé carpetazo a los hechos.