"Despiden los fieles a Corripio Ahumada"

MÉXICO (UNIV)._ En el segundo día de su funeral, de cuatro, el Cardenal emérito Ernesto Corripio Ahumada fue trasladado del Seminario Menor a la Basílica de Guadalupe, donde cientos de fieles fueron a despedirse de él, a una misa oficiada por el Rector del templo mariano, Diego Monrroy, quien resaltó la importancia que tuvo el purpurado para la Iglesia católica de México.
Entre aplausos, el Cardenal, quien falleció el jueves, salió por la mañana del Seminario Menor en un cortejo fúnebre hacia la Basílica de Guadalupe, donde permanecerá hasta hoy a las 11:00 horas.
Después, será trasladado a la Catedral Metropolitana donde continuará el funeral hasta después del mediodía de mañana cuando sea inhumado en una cripta arzobispal.
Clérigos, seminaristas y fieles despidieron de ese lugar al purpurado ,cuyo cuerpo fue transportado en una carroza negra de una agencia funeraria, escoltado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, luego de una misa oficiada por Federico Alba, director del Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos.
Diego Monrroy se refirió a la muerte, la cual dijo, es la contradicción de todo lo que da vida, proyectos, futuro, perspectivas, y lo que pude abrigar cualquier ser vivo.
“La muerte, debemos entenderla como la consecuencia del pecado, la muerte es la ley para todos los hombres, castigo y consecuencia del pecado y término del tiempo de merecer o desmerecer ante Dios”.
Luego de la misa encabezada por Monrroy, continuaron oficiándose cada hora, por otros ministros, ceremonias eucarísticas, mientras la gente pasaba a ver y despedirse de Corripio, cuyo féretro abierto ya había sido pasado bajo el altar para permitir el paso de la gente que formada pasaba rápidamente.
Han sido pocos los personajes del medio político los que han acudido al funeral de Corripio, el jueves llegó sólo Ana Teresa Aranda, Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, acompañada por el director de Asociaciones Religiosas, Salvador Beltrán del Río. Ayer acudió al Seminario Menor el perredista Arturo Núñez. 


“La muerte, debemos entenderla como la consecuencia del pecado, la muerte es la ley para todos los hombres, castigo y consecuencia del pecado y término del tiempo de merecer o desmerecer ante Dios”.
Diego Monrroy
Rector de la Basílica de Guadalupe