"Diócesis de la Tarahumara alerta sobre explotación irracional de bosques que afecta a Sinaloa"

La Diócesis de la Tarahumara, de la Iglesia Católica, denunció la explotación indiscriminada de los bosques de la Sierra Madre Occidental, que ha originado que integrantes del crimen organizado que se dedican a la tala ilegal, provoquen incendios para ocultar el saqueo en Bocoyna y Guadalupe y Calvo.

A través de un oficio firmado por el presbitero Celestino Villa Ayala, delegado diocesano, así como por otros siete vicarios de la Diócesis, la Iglesia otorgó su apoyo a los pueblos indígenas y mestizos, a la vez que exigieron a las autoridades correspondientes, un alto a la tala ilegal y a la impunidad, de la misma manera que se investigue y se sancione a los responsables.

La denuncia se acordó en la última Asamblea Diocesana, donde se reunieron sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan en la Diócesis de la Tarahumara, quienes a lo largo de 16 años han visto cómo se ha atentado contra la vida de los habitantes de la Sierra Tarahumara.

En la denuncia que se hizo llegar al presidente de la República, Enrique Peña Nieto y al gobernador César Duarte Jáquez, así como a la sociedad y a los medios de comunicación, se enfatiza que "hoy más que nunca vemos una explotación irracional del bosque, inconsciente, criminal y seguramente irreversible en gran parte de la Sierra Tarahumara por sus consecuencias en el entorno”.

Esta “explotación irracional”, dice el documento de la Diócesis, se da especialmente en la captación del agua que nutre las cuencas hidrológicas que abastecen gran parte de los Estados de Chihuahua, Sinaloa, Sonora y la del Río Conchos hacia el Golfo de México.

Además, se denunció que la explotación ha crecido “de una manera desmedida”, ya que anteriormente los criminales ocultaban la tala, pero ahora es visible a lo largo de los caminos de la Sierra. 

"Vemos con gran dolor que de manera descarada se da la explotación sin ningún control de los recursos forestales, burlando todas las medidas legales que antaño regulaban la tala de pinos para evitar la devastación del bosque, hasta llegar al colmo con los incendios provocados por manos criminales para ocultar el saqueo", señalaron los miembros de la Diócesis Tarahumara.

A la fecha se advierte escasa protección al territorio ancestral y a los bienes naturales de lo que han vivido pueblos rarámuris y tepehuanos, señalaron. “Al grado que la codicia de unos cuantos y la impunidad ambiental que se registra han coadyuvado para que la delincuencia organizada se apropie de predios y aserraderos, lo que hace que la madera extraída de manera ilegal circule amparada con permisos apócrifos”, dijeron en el texto.

“Gobierno y los empresarios han interpretado como indiferencia de los pueblos indígenas el que no se les confronta de manera directa y por ello capitalizan y justifican el despojo que sufren los pueblos ancestrales, quienes tienen una cosmovisión distinta basada en que el aguaje siente, el pino sufre, los animales dialogan, las estrellas los miran y hay seres vivos no visibles para muchos”, denunció la Diócesis.

"Hemos amenazado de muerte a la madre Tierra que nos da vida. Esta situación nos recuerda que debemos ser conscientes de que la viada es un regalo que se cuida entre todos", se puede leer en el texto.