"'El Ponchis' ya está libre"
MÉXICO (Sinembargo.MX)._ Esta semana quedó libre Édgar Jiménez Lugo, alias "El Ponchis", arrestado hace tres años, a los 14 años de edad, acusado de haber participado en el desmembramiento y decapitaciones de al menos cuatro personas.
Su nombre cobró fama en 2010 tras su captura en el Aeropuerto de Cuernavaca, capital de Morelos, con dos de sus hermanas, cuando intentaban volar hacia la frontera con Estados Unidos.
Conocido por su participación con el crimen organizado, nunca negó haber participado en hechos delictivos aunque siempre aclaró que lo hizo drogado o bajo amenazas.
"Los degollaba. Sentía feo al hacerlo. Me obligaban. Si no lo hacía me iban a matar. Yo nada más los degollo, pero nunca fui a colgar a los puentes, nunca", declaró al momento de su detención.
Al momento de su captura, los hermanos pretendía viajar a San Diego, Estados Unidos, para reunirse con sus madre, ya que "El Ponchis" es ciudadano estadounidense.
Una de sus hermanas, de 16 años, según autoridades era la responsable de deshacerse de los cuerpos de las víctimas de su joven familiar. La otra hermana, también adolescente, no participaba en los crímenes.
Hace tres años, "El Ponchis" se mostró ante las autoridades calmado, sin remordimiento y sin negar ningún delito, sin embargo, ahora tras su liberación se dijo estar listo para ser un "hombre de bien".
Los niños ligados a la delincuencia
Tanto "El Ponchis" como una de sus hermana fueron señalados por las autoridades de ser miembros del Cartel del Pacífico Sur, encabezado por Héctor Beltrán Leyva, quien creó esta organización criminal tras la muerte de su hermano Arturo, quien era el 'jefe de jefes' del grupo, y que murió en una operación de la Infantería de Marina mexicana.
La muerte de Arturo desató una disputa por el liderazgo del Cartel de los Beltrán Leyva entre Héctor y quien fuera el jefe de sicarios de la organización, Édgar Valdez Villarreal, alias 'La Barbie'.
Por eso, 'El Ponchis' y su hermana tuvieron que vivir algún tiempo en una 'casa de seguridad' del cártel en Jiutepec, una comunidad de clase trabajadora localizada en las afueras de Cuernavaca.
Sin embargo, la historia del niño no es la única en su tipo ya que cada vez crece el número de menores de edad involucrados con los cárteles de la droga, a quienes les resultan útiles toda vez que la justicia penal no los castiga; entre más jóvenes son menos suceptibles de cumplir alguna sanción penal.
De acuerdo con la Organización Infancia en Movimiento, tan sólo en 2010 fueron detenidos 5 mil 602 menores por delitos federales. Esa cifra, implicó una tasa de crecimiento de 34 por ciento respecto a 2009.