"El recuerdo de una célebre fuga"
El 19 de enero de 2001 una fuga del penal de Puente Grande, Jalisco, conmocionó a México, aquella en que Joaquín "El Chapo" Guzmán, hasta ayer el capo más buscado, se escapó en un carrito de lavandería, según versiones oficiales.
Los hechos acaecieron a unos pocos días de llegar al poder Vicente Fox, el Presidente panista de la alternancia.
Pasaron 13 años, un mes y dos días, dos sexenios, una mediática guerra contra el narco, cientos de operativos y el regreso del PRI a Los Pinos, para poder contar la recaptura del narcotraficante nacido en La Tuna, Badiraguato, municipio serrano de Sinaloa, famoso como cuna de narcos.
Trece años vivió "El Chapo" convertido en leyenda viviente, luego de un escape que quedó guardado en la memoria colectiva de los mexicanos como una de las peores mofas al sistema penal y de justicia.
Parecía invencible. Hasta ayer por la madrugada, cuando en unos condominios frente al mar, en Mazatlán, el capo fue reaprehendido y retirado de las listas de los más buscados de la DEA.
Los titulares de las fuerzas federales confirmaron ayer que "El Chapo" que mostraron en el hangar de la Marina era el mismo que fue presentado el 9 de junio de 1993. En esa ocasión el líder del Cártel de Sinaloa fue atrapado en Guatemala, acusado del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Según crónicas periodísticas unos días antes, el 24 de mayo de 1993, gatilleros del Cártel de Tijuana y del Cártel de Sinaloa se enfrentaron a tiros en el aeropuerto de Guadalajara, donde falleció el Cardenal y cinco personas más. Tras intensificar la búsqueda, "El Chapo" fue arrestado y trasladado a una prisión de máxima seguridad en La Palma, Almoloya.
En noviembre de 1995 fue transferido a Puente Grande, en Jalisco, para cumplir una condena por delitos contra la salud, cohecho y asociación delictuosa.
Hasta aquí la historia oficial. En la realidad "El Chapo" nunca dejó de liderar desde la cárcel las operaciones del cártel sinaloense; los analistas coinciden que desde allí comenzó a tejer una increíble red de corrupción con funcionarios de todos los niveles.
Lo que siguió fue su fácil escabullida del reclusorio y posterior despegue como el narcotraficante más exitoso de todos los tiempos, poseedor de una fortuna que vivientedestacó incluso la Revista Forbes, para vanagloria de algunos y disgusto de otros.
La periodista Anabel Hernández, autora del libro "Los señores del narco", contradice la versión del carrito de lavandería movido por un solitario trabajador de limpieza, y apunta a todo un conjunto de complicidades.
En entrevista con Noroeste al cumplirse un año más de la fuga, apuntó a Jorge Enrique Tello Peón, en ese entonces Subsecretario de Seguridad pública y responsable del resguardo de los penales de alta seguridad, como uno de los involucrados, además de otros funcionarios de alto nivel.
Recordó que aunque hubo más de 70 acusados por este hecho, la mayoría vigilantes, sólo uno permanece en la cárcel, que es precisamente ese empleado de limpieza apodado "El Chito", sentenciado a 25 años en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México.
El director del Penal, Leonardo Beltrán Santana, fue encarcelado y obtuvo su libertad en 2010, al igual que otros implicados, pero la cúpula permaneció inamovible.
"Hoy por hoy, la única persona que está en la prisión pudriéndose en la cárcel es Camberros, alias 'El Chito', el limpiador de pisos que se supone que él confesó que sacó a 'El Chapo' Guzmán en un carrito de lavandería, lo cual de acuerdo al expediente que tengo de la propia PGR, no ocurrió así", enfatizó Hernández.
También autora de "México en llamas. El legado de Calderón", declaró que al inicio del Gobierno de Enrique Peña Nieto el poder de "El Chapo" se disparó como no lo soñó ni en sus mejores días el hampón colombiano Pablo Escobar Gaviria.
El silencio del Gobierno priista sobre el tema del narcotráfico despertó nuevas suspicacias. Las leyendas urbanas crecieron. "El Chapo" podía ser visto en cualquier parte, "no lo agarran porque no quieren", rezaba la vox pópuli.
Hoy la pregunta que ronda en el aire es si podrá repetir la "hazaña"; si con tanto poder económico y, por lo tanto, poder corruptor, podrá otra vez evadirse de la justicia, ya sea con una fuga "a la mala" o con una estrategia legal, que consiga el mismo resultado.
CRONOLOGÍA
JUNIO 1993
Joaquín Guzmán Loera es detenido en Guatemala, trasladado a México y enviado a la prisión de máxima seguridad de La Palma, en Almoloya.
NOVIEMBRE 1995
"El Chapo" fue transferido a Puente Grande para cumplir una sentencia por delitos contra la salud, cohecho y asociación delictuosa.
1999
Con la designación de Leonardo Beltrán Santana como director del Cefereso, el capo sinaloense corrompió durante dos años todas las estructuras de la prisión. Aseguran que operaba su propia nómina al interior del centro penitenciario. Cada mes repartía millones de pesos a los funcionarios, custodios, aduanas, cocineros, lavandería, centros de vigilancia y de seguridad, coinciden crónicas periodísticas.
19 DE ENERO DE 2001
Ocurre la fuga más polémica de la historia de los penales de máxima seguridad del País, en la que "El Chapo" se escapa presuntamente en un carrito de lavandería cubierto por una red de complicidad al interior del reclusorio de Puente Grande, en Guadalajara.
Son detenidos poco más de 70 custodios y trabajadores del penal, entre ellos el director, Leonardo Beltrán Santana.
JUNIO 2010
Sale libre Leonardo Beltrán Santana, entonces director del Penal de Puente Grande, al cumplir una condena anticipada. Originalmente fue condenado a 18 años y cuatro meses de prisión, sin embargo, un tribunal le redujo la sentencia a 11 años por buena conducta. Y el único implicado todavía en prisión es el empleado de limpieza apodado "El Chito".
22 DE FEBRERO DE 2014
Luego de 13 años, un mes y dos días "El Chapo" Guzmán es detenido por segunda ocasión en un edificio de condominios en el paseo costero de Mazatlán.
