"Fallece en el penal federal el 'vecino' de la celda de 'El Chapo'"
APRO/UNIV
MÉXICO (APRO/UNIV)._ Sigifredo Najera Talamantes, identificado por las autoridades como el "El Canicón, uno de los más sanguinarios líderes de "Los Zetas", y quien era vecino de celda del fugado líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán en El Altiplano, penal de máxima seguridad ubicado en Almoloya, en el Estado de México, murió el lunes presuntamente por de una sobredosis de droga.
Sin embargo, según autoridades estatales citadas por Radio Fórmula, se les pidió manejar la versión de un infarto, producto de los ataques de epilepsia que sufría. De manera oficial, la muerte ni la razón han sido confirmadas.
Según información de la Policía Federal, el fallecimiento se dio por un paro respiratorio.
"El Canicón", habría sido encontrado muerto por las autoridades del penal en su celda, la número 19, contigua a la número 20 que era ocupada por "El Chapo".
La Comisión Nacional de Seguridad informó que el pasado lunes, Nájera Talamantes presentó malestar por la mañana durante el pase de lista y fue traslado al hospital del Cefereso bajo condición de emergencia médica.
La dependencia federal dio aviso a la gente del Ministerio del fuero común, quien realizó la diligencias correspondientes para levantar el cuerpo.
Además, personal de la SEIDO participó y ayudó en la investigación de los hechos, así como en la necropsia.
El líder "Zeta" purgaba una larga sentencia por diversos delitos, entre ellos, los ataques con granadas a las instalaciones del consulado de Estados Unidos y a Televisa Monterrey en 2008 y 2009, respectivamente.
También fue señalado de asesinar a nueve militares de la Séptima Zona Militar con sede en Monterrey y de robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos bajo las órdenes del cártel del Golfo y directamente ligado a Heriberto Lazcano Lazcano, "El Lazca", y Miguel Ángel Treviño Morales, "El Z-40".
Fue detenido el 20 de marzo de 2009 junto con 13 de sus cómplices en el Fraccionamiento San Patricio, luego de una persecución desde Nuevo León hasta Saltillo, Coahuila.
Entre los hechos delictivos que se le imputaron se encuentran los homicidios de los agentes federales René Lorenzo y Roberto Martínez; un mes después se le relacionó con la desaparición de Manuel Morales y Manuel Rodríguez, y con la privación de Miguel Ángel Salinas y Miguel Rojas, ocurrida en julio de 2008.
De acuerdo con el portal de Joaquín López Dóriga autoridades del penal confirmaron la muerte del capo y señalaron que serán los peritos de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República las que practiquen la autopsia de ley en el Servicio Médico Forense del Estado de México para precisar las causas del deceso del criminal.