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"Lucha anciano por salvar su lengua materna"

"Esta lengua, que él aprendió de sus padres y que sólo hablan dos personas, morirá con ellos si no la enseña a los jóvenes de su pueblo."
06/11/2015 09:31

    AYAPA, Tab. (EFE)._ A sus 72 años, el indígena Manuel Segovia Jiménez enseñará en su humilde casa de una comunidad rural de Tabasco el zoque ayapaneco, para evitar que esta lengua mesoamericana hablada solamente por él y por un vecino desaparezca.
    En Ayapa, como se llama la comunidad, sólo Segovia e Isidro Velázquez, de 66 años, emplean el zoque ayapaneco, pero hace tiempo que ya no conversan entre ellos porque se enemistaron.
    Segovia afirmó que se dio cuenta de que esta lengua, que él aprendió de sus padres, morirá con ellos si no la enseña a los jóvenes de su pueblo.
    Producto de su participación en dos diccionarios sobre el zoque ayapaneco, patrocinados por universidades de Estados Unidos, el anciano experimentó una inquietud por enseñar ese idioma.
    "En las comunidades indígenas hay egoísmos, unos no quieren enseñar y otros no quieren aprender. No lo hablan porque les parece una vergüenza", dijo.
    A principio de este año, la casa de Manuel, una vivienda rústica construida con ladrillos y tejas, se llenó de reporteros que llegaron de todas partes para escucharlo hablar en la casi extinta lengua indígena.
    Para poder grabar la conversación, los periodistas convencieron a Isidro de que visitara la casa de Manuel. Aquella vez fue la última que ambos cruzaron palabra, de momento.
    Lo que pocos saben es que últimamente la relación entre Manuel e Isidro no es buena por un distanciamiento cuyo motivo es secreto.

    La convocatoria
    Segovia ya prepara a su hijo José Manuel, de 27 años y que está postrado en silla de ruedas, para que le ayude la próxima semana cuando comience oficialmente el curso básico de zoque ayapaneco.
    El anciano hará el dictado de las primeras palabras y el hijo las escribirá en una pizarra.
    "Hoy lanzamos la convocatoria para darle clase a los jóvenes porque hay que motivar a hablar el ayapaneco, y si alguien nos quiere ayudar con materiales será bienvenido", dijo.
    La casa de Manuel es pequeña. Apenas hay algunas sillas de madera, un altar con imágenes religiosas, un refrigerador y una mesa para restaurar santos.

    Proyectos estadounidenses
    Manuel ya participó en un proyecto estadounidense para documentar las lenguas de Mesoamérica, y realizó un par de viajes a Chicago y California para colaborar con doctores en lingüística que realizan un diccionario sobre el zoque ayapaneco.
    Sus hermanos hablaban el ayapaneco, pero tras abandonar el pueblo les dio "vergüenza" usarlo y ya lo olvidaron.
    Isidro Velázquez ya no sale de su casa, situada a 500 metros de la vivienda de Manuel. Recibe pocas visitas y poco ha hablado con los reporteros. Escuetamente dice que él se "agarra a la vida".
    "Levantándome y cayéndome", agregó.

    Problemática nacional
    La desaparición de las lenguas es una problemática nacional, juzgó la delegada de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en Tabasco, Daysi Marcín.
    En Tabasco, aparte de español, se habla zoque, chol, náhuatl, tzetal y chontal.
    De acuerdo con los Indicadores Socioeconómicos de los Pueblos Indígenas de 2000, en Tabasco habitan 130 mil 896 indígenas, de los cuales 62 mil 027 son hablantes de una lengua autóctona.
    Según los cálculos del CDI, unos 10 mil indígenas han perdido su idioma materno.

    "En las comunidades indígenas hay egoísmos, unos no quieren enseñar y otros no quieren aprender. No lo hablan porque les parece una vergüenza".
    Manuel Segovia Jiménez
    Indígena