"Ovacionan a Monsiváis"
MÉXICO (UNIV/EFE/AP/NTX)._ Ayer, en punto de las 21:15 horas una ovación rompió el silencio que desde minutos antes se estableció en el Museo de la Ciudad de México, cuando el cuerpo del escritor Carlos Monsiváis entró por la puerta principal.
La ovación que se prolongó hasta minuto fue la bienvenida para Carlos Monsiváis, quien llegó acompañado de sus más cercanos familiares, así como de artistas, funcionarios culturales y personalidades inmersas en el mundo de las letras, todos ellos reflejando el dolor en el rostro.
La escritora Cristina Pacheco; la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar; el flautista Horacio Franco, y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, rodearon el féretro de madera color miel, donde reposaban los restos del intelectual mexicano fallecido ayer en la Ciudad de México.
La primera guardia de honor la hicieron la escritora Elena Poniatowska, Consuelo Sáizar, la Secretaria de Cultura local, Elena Cepeda, y el Rector de la UNAM, José Narro Robles, quienes fueron sustituidos momentos después por otras personalidades que habían mostrado deseo de hacerlo.
Al tiempo que las guardias de honor se sucedían una tras otra y en lapsos breves, el flautista mexicano Horacio Franco, entrañable amigo de Monsiváis, interpretó una pieza musical a manera de réquiem, por el amigo que se ha marchado y que ha provocado una gran tristeza.
A un lado del féretro instalado frente a la fuente del patio central del recinto museográfico fue colocada una fotografía de gran formato, donde se ve al intelectual sonriente y teléfono en mano mirando fijamente a un gato, que figura en primer plano.
Junto con el cuerpo del coleccionista, crítico, cronista y ensayista, ingresó al museo un cuerpo de seguridad integrado por alrededor de 15 elementos de la Policía Bancaria e Industrial, quienes resguardaban el interior del inmueble, mientras que el exterior era vigilado por otros guardias de seguridad a pie y en vehículos especiales.
Carlos Monsiváis, quien falleció en el Instituto Nacional de Nutrición 'Salvador Zubirán', donde ingresó el 2 de abril pasado víctima de complicaciones de fibrosis pulmonar que padecía desde tiempo atrás, sería velado toda la noche en el Museo de la Ciudad de México para ser incinerado antes del mediodía de este domingo.
El lunes los restos serán objeto de un homenaje en el Teatro de la Ciudad, espacio que permanecerá abierto al público que se identificó durante el último tercio del Siglo 20 con la obra crítica y certera, real y álgida del cronista de la Ciudad de México.
Al cierre de esta edición, escritores, políticos y personalidades del medio cultural de esta ciudad seguían llegando al recinto, en la calle Pino Suárez, para despedir a Carlos Monsiváis. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, también montó una guardia de honor.
Rendirán homenaje en Bellas Artes
Los restos del escritor Carlos Monsiváis serán llevados hoy al Palacio de Bellas Artes, donde se ofrecerá un homenaje, confirmó Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
La funcionaria confirmó que el cuerpo del escritor será objeto de un homenaje en el máximo recinto cultural de México, de acuerdo a su talla y talento.
Indicó que este domingo, de 10:00 a 13:00 horas, el cuerpo del autor será exhibido públicamente para que todos puedan despedir a quien fue el observador y cronista de la cultura popular más influyente de las últimas cuatro décadas mexicanas.
Expresa Calderón su pesar por el deceso
El Presidente de México, Felipe Calderón, expresó su profundo pesar por la muerte del escritor Carlos Monsiváis.
"Fue poseedor de una pluma y de una inteligencia excepcionales", subrayó.
"Su obra literaria y periodística es referencia fundamental para comprender la riqueza y diversidad cultural de México", añadió el Mandatario en un comunicado.
El pensamiento de "este entrañable mexicano" ha sido esclarecedor para comprender a México y su tiempo.
"Su obra se caracterizó por su agudo y bien informado sentido crítico", agregó.
"En el marco de una sociedad plural que mantiene su impulso decidido por transformar a nuestra nación, los mexicanos extrañaremos la visión crítica, reflexiva e independiente de Carlos Monsiváis", concluyó el Presidente.
Instituyen medalla
Como un reconocimiento a su obra literaria y periodística y por su contribución en la construcción de un pensamiento cultural democrático, el Gobierno del Distrito Federal instituyó la "Medalla Carlos Monsiváis al Mérito Cultural de la Ciudad de México".
Por medio de un comunicado, el Gobierno que encabeza Marcelo Ebrard, a través de la Secretaría de Cultura, señala que con esta medalla ha decidido honrar a los ciudadanos mexicanos y extranjeros que han trabajado a favor de la cultura, de su promoción, democratización y renovación y cuya labor ha contribuido a la creación de un pensamiento cultural crítico e igualitario.
Las medallas han sido diseñadas y elaboradas por el Maestro Juan Manuel de la Rosa y tendrán un peso de 100 gramos y un diámetro de seis centímetros.
Se tiene previsto que sea entregada por el Jefe de Gobierno en octubre, en el marco de las celebraciones de la Ciudad de México como Capital Iberoamericana de la Cultura, y del Décimo Aniversario de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, en donde además tendrán lugar una serie de actividades y foros que destacarán la gran labor de Carlos Monsiváis.
Conciencia crítica irremplazable
MÉXICO._ Carlos Monsiváis deja un vacío en el mundo cultural e intelectual de México donde se le consideraba como una de las mentes indispensables para tratar de entender al México contemporáneo, por su agudeza y lúcida crítica.
Monsiváis fue un prolífico escritor que transitó por casi todo el espectro de la creación literaria, pues escribió ensayo, crónica y artículos periodísticos. Era una firma frecuente en varias publicaciones y su imagen conocida por sus comentarios agudos en televisión.
El 2 de abril se vio obligado a internarse en el hospital del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, en la capital mexicana, aquejado por males respiratorios.
El escritor falleció a las 13.48 hora local en el área de terapia intensiva por insuficiencia respiratoria, señaló la Secretaría de Salud al explicar que en las últimas semanas su estado de salud se complicó.
Fue un niño prodigio y creció al lado de figuras como José Emilio Pacheco, Sergio Pitol y Elena Poniatowska, quien dijo de él que era como su hermano.
Para el escritor José Emilio Pacheco, Premio Cervantes 2009, la muerte de su amigo representa una pérdida de "una conciencia crítica irremplazable".
"No puedo concebir un México sin la presencia ubicua de Carlos Monsiváis. Durante muchos años nos acostumbramos a leerlo, a escucharlo en conferencias por todas partes y en programas de radio, y a verlo en la televisión a tal punto que parece imposible resignarse al nunca más", señaló Pacheco.
Calificó a Monsiváis como un hombre "valiente, lúcido, implacable", que "estuvo siempre con las minorías y los oprimidos".
"Para mí es una pérdida irreparable. Termina una amistad de medio siglo, pero no acaba la deuda muy grande con su inteligencia y con su agudeza", afirmó Pacheco.
"Ante su muerte sólo podemos leerlo y releerlo y darle al fin el sitio que merece entre los grandes escritores mexicanos de todos los tiempos".
Carlos alcanzó la mayoría de edad en la década de 1950, la época de la Generación Beat y de la nueva ola francesa, y estuvo muy consciente de los movimientos por los derechos civiles en Estados Unidos y Europa en la década de 1960, según la Enciclopedia de México.
Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México sin concluir su programa de estudios, pero posteriormente recibió títulos honorarios de tres universidades mexicanas.
Siendo un joven periodista, fue conductor de Radio Universidad y comenzó a publicar en los años 60. Al igual que Poniatowska, Monsiváis fue afectado profundamente por la masacre de estudiantes en 1968 en una plaza del barrio de Tlatelolco en la Ciudad de México, y su libro Los procesos de México (1970) narra los casos judiciales contra 68 estudiantes arrestados luego del incidente sangriento.
Más tarde publicó Amor perdido (1977), Los rituales del caos (1995) y Aires de familia (2000), entre muchas otras obras. En el ensayo Nuevo catecismo para indios remisos (1982), Monsiváis criticó lo que vio como la hipocresía de la Iglesia Católica.
Fue un periodista prolífico que escribió para los prominentes diarios mexicanos El Universal, Excélsior y La Jornada, así como para la revista Proceso, entre muchos otros medios.
Monsiváis hizo observaciones acerca de la influencia estadounidense sobre la cultura mexicana, por ejemplo, la infiltración de palabras en inglés como "jogging" o "cash", pero también sobre artefactos, movilidad social y un estilo de vida más acelerado que experimentó la gente del otro lado de la frontera.
El autor solía hablar abiertamente de asuntos políticos y respaldó a Andrés Manuel López Obrador en las disputadas elecciones presidenciales de México en el 2006, aunque criticó el bloqueo que los partidarios de éste hicieron en la avenida Paseo de la Reforma, la principal de la Ciudad de México, durante más de un mes, poco después de los comicios.
Simpatizó además con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que se levantó en armas en Chiapas en 1994.
Su colección
A fines del 2006, Monsiváis inauguró el Museo del Estanquillo en el centro histórico de la capital, y varios días después de su apertura, visitantes de todas las edades seguían llenando el atractivo edificio La Esmeralda, donde se ubica. Con más de 10 mil piezas de la colección personal del escritor, los visitantes pueden recorrer épocas de la historia capitalina a través de obras de arte, calendarios, juegos, álbumes fotográficos e historietas que ilustran el pasado de la ciudad.
Monsiváis no sólo era aficionado a coleccionar piezas de arte. Tenía innumerables gatos como mascotas en su casa, y era frecuente que alguno de ellos se posara en su regazo mientras el escritor concedía alguna entrevista.
El reconocido autor vivió muchos años en el barrio de Portales, donde se establecieron muchos inmigrantes provenientes de los estados y que ahora forman parte de las clases populares de la urbe. Monsiváis vivía ahí con su madre, Esther Monsiváis, quien crió a su hijo único en la religión protestante, dentro de un país predominantemente católico.
Recuerdan al compañero
La periodista y escritora Cristina Pacheco señaló consternada que la risa de Carlos aún resuena en su memoria, luego de conocer la noticia de la muerte del intelectual mexicano.
Pacheco dijo con evidente pena que le cuesta trabajo, mucho trabajo, asimilar la noticia.
La comunicadora mexicana recordó que fue compañera de Monsiváis en la UNAM.
"Aunque él iba más adelante que yo, fuimos grandes amigos. Carlos Monsiváis es una persona entrañable en mi vida".
Evocó con lágrimas enjugadas las clases, los amigos comunes, el cine y sobre todo las caminatas que compartió con quien pronto destacó como escritor.
Tras lamentar la muerte de Monsiváis, la escritora Elena Poniatowska enfatizó que si alguien le hace falta a México es precisamente ese escritor y cronista.
Agregó que la cabeza del escritor era una guía para los intelectuales de este país, ya que en su mayoría lo consultaban para escribir sus libros, incluso para recibir consejos de manera personal.
Recordó que además de colegas eran grandes amigos desde 1956, cuando platicaron por primera vez.
Dijo que el legado que deja el poeta es incalculable, toda vez que su obra es gigantesca, abarca muchos campos, como la crónica, análisis, el ensayo, periodismo; era crítico de pintura y de política.
En el ámbito laboral, realizaron crónica juntos, principalmente en los escenarios que dejó el terremoto de 1985.
Agregó que era un intelectual muy preocupado por su país y que por ello decidió incursionar en la lucha social, con lo que se ganó ser la voz que más pesaba en el medio, por su gran espíritu crítico; además nadie poseía la información y generosidad que tenía.
"Fui al hospital a verlo, pero estaba en terapia intensiva y estaba inconsciente, lo vi unos días antes de que se hospitalizara, pues participamos en un programa de televisión", apuntó.
Poniatowska lamentó que apenas el viernes murió José Saramago y ayer Monsiváis, de quienes dijo que eran dos grandes hombres de izquierda, uno en Europa que obtuvo el Premio Nobel de Literatura, otro en México, que dio todo de sí durante su estancia en esta vida.
'No ha muerto'
"No hemos perdido a Carlos Monsiváis; un escritor no se muere porque deja una obra. No se pierde a Monsiváis: se ha ganado a Monsiváis para siempre", comentó desde Londres Carlos Fuentes.
El novelista recordó que convivió desde hace medio siglo con el autor de libros como y que fueron grandes amigos.
"Fue un muy querido amigo casi desde que él estaba en la Preparatoria y yo en la Escuela de Derecho. Mantuvimos una larga amistad de casi 50 años en que creo que él me dio mucho y yo le di mucho a él", señaló.
"Tuvimos una relación afectuosa, muy creativa, creo que lo más importante para mí es mi relación personal con Carlos Monsiváis. La relación de amistad que mi esposa Silvia y yo tuvimos con él".
"Pero enseguida hay el grandísimo escritor que renovó el género del ensayo en México, lo sacó de modos un poco anticuados y le dio una vitalidad, una novedad, una capacidad de abarcar todos los temas de la vida de México, social, cultural, política, que lo convierte seguramente en el más importante ensayista moderno de México".
Lo definió como un hombre de letras excepcional.
"La cultura literaria de Monsiváis era muy amplia y, por último, era un espíritu, un espíritu vivo, un espíritu audaz, un espíritu crítico. Era un hombre animado por el espíritu, aunque él quizás negaría lo que estoy diciendo, pero es la verdad".
DE VIVA VOZ
"Ante su muerte sólo podemos leerlo y releerlo y darle al fin el sitio que merece entre los grandes escritores mexicanos de todos los tiempos".
José Emilio Pacheco
Premio Cervantes 2009
"Es una pérdida nacional, nos deja un panorama desolador, no sólo por los problemas que estamos viviendo en el país, sino porque era una de las mentes brillantes que va a dejar de iluminarnos con su conocimiento, su lucidez. Su muerte es motivo para el luto nacional, nos hará falta su escritura crítica y capacidad de análisis frente a los gobiernos corruptos y el atraso político".
Javier Valdez
Escritor culiacanense
"Con su muerte se pierde a un gran cronista, historiador, literato, a un pilar de la historia de México, pero se quedan sus libros, su testimonio, reflexiones y eso es un legado a la cultura de Latinoamérica"
Elizabeth Moreno
Directora de Editorial UAS
"Con la muerte de Monsiváis se perderá ese mérito que tuvo de haber sido el cronista de lo inmediato, él le apostó con todo a la crónica, a los hechos aparentemente superfluos. El problema que como Novo, no dejó una obra mayor, sino varios libros buenos".
Juan José Rodríguez
Escritor mazatleco
"Su muerte es lamentable como toda inteligencia crítica, hemos perdido al más lúcido e ingenioso cronista de nuestra desgracia nacional, me encantaba su humor despiadado y ocurrencias geniales. Sus comentarios eran una bocanada de aire fresco. Lo vamos a extrañar, sobre todo cuando estamos en pleno corazón de la barbarie".
Alfonso Orejel
Escritor mochitense
PREMIOS
A lo largo de una carrera llena de reconocimientos, Carlos Monsiváis ganó:
- Premio Nacional de Periodismo en 1977.
- Premio Jorge Cuesta en 1986.
-Premio Mazatlán en 1989.
- Premio Xavier Villaurrutia en 1996.
- Premio FIL de Guadalajara 2006 (antes Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo), dotado de 100 mil dólares.
LIBROS Algunos libros que Carlos Monsiváis publicó son: 'Días de guardar', 'Amor perdido', 'Nuevo catecismo para indios remisos' (ensayo), 'Los procesos de México', 'Los rituales del caos', 'Aires de familia', entre muchas otras obras.