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"Violencia"

"Potencia crimen crueldad"

"Protagonizan delincuentes un día de brutales ejecuciones"
07/11/2015 13:42

    MÉXICO (EFE)._ El crimen organizado hizo gala ayer en varios puntos de México de especial brutalidad en los 11 asesinatos que se le atribuyeron, entre ellos los de 10 jóvenes y el de un funcionario, castrado y colgado de un puente.
    Los sicarios mostraron que eliminar a sus víctimas no es lo más importante para ellos, sino la forma en que llevan a cabo los crímenes y la posterior exhibición de los cuerpos para lograr impacto en los medios de comunicación y sembrar el temor.
    Uno de los hechos más impactantes fue la muerte de un funcionario estatal que fue secuestrado hace dos días en Baja California, cuyo cuerpo apareció ayer en Tijuana colgado de un puente y con los genitales cortados dentro de su boca.
    Fuentes de la Procuraduría estatal identificaron al individuo como Rogelio Sánchez Jiménez, quien era Jefe de Licencias y Placas Vehiculares en el Gobierno de Baja California.
    El cadáver, con aparentes signos de tortura, fue descubierto por conductores que pasaban por el puente y alertaron a la policía.
    La víctima tenía la cabeza envuelta en cinta adhesiva y sus genitales cortados y metidos en su boca.
    En Guerrero, la Policía encontró en varios puntos los cadáveres de 10 jóvenes, la mayoría de ellos maniatados y con la cabeza cubierta con cinta, a los que sus ejecutores dejaron mensajes atribuyendo la acción a "El jefe de jefes".
    "Esto le va a pasar a todos los ratas secuestradores y extorsionadores", decían los mensajes.
    En Ciudad Juárez, la urbe más violenta de México, las autoridades capturaron a un sicario acusado de al menos 25 homicidios, quien cometía sus fechorías a bordo de un automóvil al que le adaptó un mecanismo para arrojar clavos sobre el pavimento para neutralizar a sus perseguidores.
    En Morelos, en una de las jornadas más cruentas del crimen organizado, siete sujetos fueron ejecutados y sus cuerpos abandonados en campos y a lado de carretera.
    Seis de los cadáveres fueron localizados en diferentes sitios del municipio de Ayala, al oriente del estado. Uno más en la zona sur, en la demarcación de Jojutla.
    La mayoría de los cadáveres tenían huellas de tortura, estaban atados de manos y pies, algunos estaban cubiertos del rostro, y todos fueron acribillados con armas de grueso calibre.
    En datos preliminares de la Procuraduría General de Justicia se conoció que uno de los asesinados fue identificado como Gerardo Cuevas Segura, un ex agente de la Policía Ministerial de Morelos.
    A lado de las víctimas se hallaron sendos "narcomensajes" que aluden una disputa entre los cárteles de los hermanos Beltrán Leyva y el del "Chapo Guzmán" por el control del territorio morelense.
    Los autores de los mensajes, acreditados al "Jefe de jefes", se refieren a un supuesto "Mando" a quien atribuyen la comisión de secuestros y ejecuciones en los estados de Morelos y Guerrero. 


    10
    Cadáveres encuentran en Guerrero.
    7
    Cuerpos fueron "regados" en Morelos. 


    'Utilizan
    sicarios
    a medios'


    "Cada vez los sicarios envían mensajes más crueles, más atroces, porque ellos esperan una reacción mediática, regodeándose en el impacto que sus asesinatos tienen en la prensa", señaló el analista Marco Lara Klahr.
    Estos crímenes, hombres decapitados, castrados, disueltos en ácidos o quemados, "tiene mucho de exhibicionismo" y los sicarios han aprendido a usar a los medios, dijo Lara Klahr, coautor del libro "Nota (n) roja, la vibrante historia de un género y una nueva manera de informar".
    Los medios, agregó, no tienen la culpa de la violencia pero sí deben plantearse si cumplen su agenda de respeto a los derechos ciudadanos, así como su ética profesional y responsabilidad social.
    Según expertos, en el marco de la guerra que libran los distintos cárteles de la droga en México por el control de los negocios ilícitos, algunas de esas organizaciones intentan aparecer como defensoras de las comunidades en las que operan, para lo cual asesinan a drogadictos y ladrones, entre otros.