A propósito del polémico desplegado 'del PRI', ¿cómo lo manejamos en Noroeste?
La semana pasada, en el marco de la posible votación en el Senado sobre la militarización del País, se desató la polémica por un desplegado en aparente “apoyo” al legislador Mario Zamora, signado por el PRI estatal y varios de sus miembros. El texto se publicó en El Debate pero no en Noroeste, hoy te explicamos por qué.
Un medio como Noroeste, tanto en su ejemplar impreso como en su portal, se alimenta o se crea con dos tipos de contenidos: editorial (noticias) y publicidad (anuncios), los cuales son generados por nuestras dos grandes áreas: la Redacción con nuestros periodistas y el área Comercial, con los publicistas o vendedores.
Primero y lo más importante: tanto en el periódico impreso como en el sitio web, nos preocupamos siempre por distinguir claramente nuestros contenidos entre lo que es información editorial o periodística, y lo que es publicidad, que son espacios vendidos por los publicistas a clientes como empresas o instituciones. El lector tiene el derecho a saber siempre el origen de un contenido y los medios tenemos la obligación de transparentarlo.
Nuestros productos, tanto impresos como digitales, están específicamente diseñados para que el lector tenga clara esa diferencia cuando nos está leyendo; y que sepa cuando es una nota editorial, generada por la Redacción, y cuando es un espacio pagado o patrocinado por un cliente en específico.
De hecho todo nuestro contenido es de uno o de otro tipo, y es generado por las dos grandes áreas de nuestra empresa: Redacción o Publicidad, que están claramente separadas en cuanto a personal y hasta en espacio físico, con procesos operativos distintos y líderes de equipo diferentes.
Sin embargo, hay un tipo de contenido que solemos decidir entre ambas áreas, pues aunque es un espacio pagado, requiere la autorización de la Dirección Editorial y muchas veces incluso de la Dirección General, y tiene reglas específicamente establecidas para su publicación: son los desplegados o inserciones pagadas.
Para estos espacios se requiere el visto bueno de la Dirección Editorial y/o General, porque aunque son vendidos, contienen casi siempre información que no solo puede ser de tinte periodístico, sino que usualmente es delicada, ya sea por su origen, por el contenido mismo, o por la intención de quien está pagando esa publicación.
Por estas mismas razones, en Noroeste tenemos claramente establecidas las reglas para permitir la publicación de un desplegado o inserción pagada, ya sea de un particular, de una empresa o de alguna institución.
El capítulo 8 de nuestro Código de Ética, titulado Información y Publicidad, señala, entre otros puntos, lo siguiente:
“La publicidad política, desplegados gacetillas o cualquier información pagada publicada en Noroeste requiere de identificación clara y rápida para los lectores, a fin de evitar confusiones que pongan en riesgo la credibilidad del periódico.
“Por lo tanto, Noroeste le dará siempre el siguiente tratamiento:
Lo encerrará en un marco.
Utilizará tipografía diferente al resto de la información.
Le insertará al final la frase “Inserción pagada” o la abreviatura I. P.
Se incluirá en los desplegados el nombre del responsable de la publicación. Como prevención a posibles reclamaciones, el Departamento de Publicidad conservará todos los datos de identificación de la persona que firme como responsable”.
Así, desde que un cliente o cualquier persona llega o se acerca con Noroeste para la publicación de un desplegado se le explican claramente las reglas, por ejemplo, que el contenido de la publicación debe ser primero aprobado por la Dirección Editorial, aún cuando sea pagado. Se le pide tener claridad del responsable de la publicación, de quien se le pide una identificación oficial (INE), así como su autorización, y se establece que el nombre debe aparecer publicado en el desplegado, además de que se identificará el espacio como inserción pagada.
Si el cliente acepta y cumple las condiciones, se procede a concretar la operación, recibiendo primero que nada el contenido a publicar para proceder a su análisis y posterior aprobación; enseguida se define el espacio, se diseña el desplegado para aprobación tanto del cliente como de la Dirección Editorial y/o General, y una vez pasados todos los requisitos, se procede a la publicación.
En el caso del desplegado atribuido al PRI, la presidenta estatal Cinthia Valenzuela (quien “firmaba” el desplegado) no autorizó el contenido cuando corrimos nuestro proceso de verificación, y por lo tanto, no se publicó. Tan simple como eso.
No todos los días recibimos este tipo de publicaciones, pero sí de manera recurrente, y el contenido puede ir desde un asunto legal, ya sea penal o mercantil, hasta una denuncia en particular, o información política, de apoyo o rechazo a alguna persona, proyecto o iniciativa; en fin, pueden ser variados los temas, pero casi siempre tienen un denominador común: no es información cualquiera, ni neutral, siempre tiene un objetivo o intención muy clara.
Por esto, nuestro deber es estar alerta para no promover alguna injusticia, ilegalidad o manipulación a través de estas inserciones, que aunque son pagadas por alguien en específico, son contenidos que irán en nuestras publicaciones y que, por tanto, llegarán a nuestros lectores con nuestra marca, nuestra honorabilidad y nuestra credibilidad.