El riesgo, cada vez más constante, de llegar primero

06/07/2025 04:00
    La cobertura del tema policiaco, que actualmente nos absorbe más del 60 por ciento de nuestros recursos técnicos, humanos, intelectuales, de tiempo y de concentración no es sencilla, por supuesto, pues hay demasiados factores que pueden salir mal.

    En nuestras diarias y múltiples coberturas del tema de seguridad, nos topamos con muchísimos detalles, casi nunca positivos.

    La cobertura del tema policiaco, que actualmente nos absorbe más del 60 por ciento de nuestros recursos técnicos, humanos, intelectuales, de tiempo y de concentración no es sencilla, por supuesto, pues hay demasiados factores que pueden salir mal.

    Sin embargo, como ya lo hemos dicho en múltiples ocasiones y artículos de este espacio, tenemos protocolos de cobertura segura que tratamos de seguir lo más posible para minimizar esos riesgos lo más que se pueda.

    Esos protocolos, que hicimos y publicamos entre 2010 y 2011, precisamente dentro de otra ola violenta en el estado, no los creamos de la nada. Al contrario, los basamos en documentos ya existentes, particularmente en dos, y así está señalado en la publicación que titulamos Cobertura Segura:

    “Información resumida tomada del documento Guía práctica de seguridad para la cobertura en zonas de riesgo, elaborado por Darío Fritz y el Programa de Libertad de Expresión y Protección de la oficina para México y Centroamérica de Article 19; así como del Protocolo de Seguridad para Periodistas en Situaciones de Alto Riesgo elaborado por periodistas y asociaciones de derechos humanos dentro de la Operación Conjunta Chihuahua”.

    De esos amplios documentos de aquel entonces seleccionamos lo que aquí aplicaba y lo hicimos propio.

    Viene esto a colación ahora porque hay en esos protocolos algunos señalamientos que nos saltan de manera cada vez más recurrente.

    En el documento de nuestro protocolo tenemos un capítulo preciso que se titula “Al llegar a una cobertura”, y dentro de él hay un segmento denominado “El primero en llegar a la escena”.

    Inicia así la introducción: “Actualmente, la policía, bomberos -y ahora los periodistas- son los primeros en responder a un ataque violento.

    “En muchas ocasiones los periodistas incluso llegan a la escena antes o inmediatamente después de la policía y los bomberos; y por lo mismo los periodistas deben considerar cuestiones éticas, emocionales y de seguridad”.

    Y continúa planteando que los reporteros y fotógrafos deben considerar los peligros que existen al cubrir un ataque violento, desglosando ejemplos de estos riesgos, como que el perpetrador se encuentre todavía en el área, que existe la amenaza de que la violencia continúe o que el área cercana no sea segura, etc.

    En el segmento titulado “Fotógrafos” incluye “Consejos para reporteros gráficos que cubren tragedias o situaciones de conflicto”. Estos son algunos:

    - Evite llegar antes que las autoridades y los organismos de socorro a lugares donde ocurrió un hecho violento o en extremo peligroso; si lo hace, mantenga una distancia y una actitud prudente.

    - Entienda que si usted es el primero en llegar al lugar de los hechos, tal vez enfrente situaciones peligrosas y reacciones violentas por parte de la fuerza policial o del mismo público. Evalúe la situación de riesgo en el área.

    - Mantenga la calma y la concentración durante todo el proceso de cobertura. Tenga presente que una cámara no le va a prevenir de una lesión. Valore la situación y si se torna muy peligrosa no dude en abandonar la escena. La vida de una persona es mucho más importante que una fotografía.

    - Respete los cordones de seguridad instalados por la Fuerza Pública y no busque caminos alternos para meterse en los lugares restringidos.

    Hasta aquí, podrá preguntarse a dónde vamos con esto. Pues sólo queríamos hacer la antesala para decir que pasa algo que incluso está previsto en nuestros protocolos pero que no por eso dejar de ser sumamente riesgoso: las corporaciones tardan o no llegan al sitio de los hechos.

    Sabemos que si estamos cerca de un hecho pudiera ser normal que nosotros como periodistas llegáramos primero, pero deja de ser normal en hechos de los que nosotros no estamos cerca, y que aún así somos los primeros en llegar.

    Y lo planteamos porque nos preocupa, pues ya de por sí es riesgosa la cobertura de hechos de alto impacto, y si las corporaciones tardan o no llegan, ese riesgo se nos dispara exponencialmente.

    Como siempre, nuestro compromiso con los lectores es continuar informando de todos los hechos de seguridad de los que tengamos conocimiento, y lo hacemos, como usted sabe, no sólo con fotos y textos, sino con videos y transmisiones en vivo en la medida de lo posible, tal como lo demandan las audiencias en la actualidad.

    Sin embargo, nos vemos obligados a precisar esta situación que de manera recurrente enfrentamos y que nos pone en un riesgo cada vez mayor.