Noroeste, no solo medio, sino también escuela

    Hemos asumido ese rol desde nuestra fundación, el de ser formadores, entrenadores, couches, que bien o mal, según la apreciación de cada uno de los periodistas que han estado con nosotros, les ha servido de una manera u otra a los propios reporteros, editores, fotógrafos o diseñadores, y a las empresas, ya sea de medios, de otro tipo o incluso gubernamentales, donde han seguido desempeñando su trabajo.

    Hace unas semanas, en un desayuno-conferencia organizado por Coparmex en Mazatlán, y al que asistimos los directivos de Noroeste, escuchamos la exposición o lamentos de muchos de los empresarios (patrones) ahí presentes que, pese a pertenecer a diferentes campos de los negocios, coincidían en la falta de mano de obra, en la dificultad de conseguir trabajadores, desde trabajos básicos hasta personal bilingüe, por ejemplo. Casi todos comentaban que esta situación se ha recrudecido en los últimos años.

    Por supuesto, nos sentimos identificados. Si hay algo difícil de encontrar son prospectos de periodistas. Y si hay algo casi imposible de reclutar es buenos periodistas, y mucho menos si buscamos buenos periodistas con talento, preparados y experimentados.

    ¿Qué queremos decir con esto? Primero, tenemos que explicar y entender que como medio serio, profesional, de un tamaño considerable en el estado y la región, en Noroeste siempre hemos sido escuela. Es decir, cientos de periodistas novatos o jóvenes que ni siquiera eran periodistas cuando entraron, por ser recién egresados de la universidad o por venir de otros campos, han pasado por nuestras filas, han aprendido, han desempeñado un buen o regular papel y se han ido, ya sea por decisión personal o por decisión nuestra.

    Hemos asumido ese rol desde nuestra fundación, el de ser formadores, entrenadores, couches, que bien o mal, según la apreciación de cada uno de los periodistas que han estado con nosotros, les ha servido de una manera u otra a los propios reporteros, editores, fotógrafos o diseñadores, y a las empresas, ya sea de medios, de otro tipo o incluso gubernamentales, donde han seguido desempeñando su trabajo.

    A veces es cansado y frustrante, porque cuando entra a trabajar con nosotros un nuevo periodista, ya sea experimentado o no, la verdad es que le invertimos mucho a su capacitación, sobre todo horas de trabajo de sus compañeros y jefes de área, amén de recursos económicos y/o materiales.

    Y nunca es garantía que vaya a quedarse a hacer carrera con nosotros. Y lo entendemos, nuestra exigencia es mucha, tanto en tiempo y productividad, como en características y comportamiento, y nuestros sueldos son normales, no son extraordinarios.

    ¿Qué ofrecemos? Aprender y hacer periodismo profesional, serio, ético e independiente. Y parecería increíble, pero en pocos medios de comunicación de este país se puede ofrecer eso.

    Pero en fin, no crea que nos estamos quejando o desahogando. (O tal vez sí, un poco). Lo que queremos plantear hoy es nuestra capacidad para contratar, entrenar, capacitar, preparar a personas que pueden o no traer experiencia periodística.

    El único requisito que pedimos cuando los aceptamos o contratamos, es que sean éticos, que no estén “maleados”, decimos en el argot periodístico, porque todo lo demás se los podemos enseñar, pero la ética y la honestidad nosotros no la podemos formar, ya deben traerla, pues es prácticamente imposible hacer honesto a alguien deshonesto, o que actúe con ética alguien que tal vez ni siquiera la conoce.

    Somos escuela, siempre lo hemos sido y lo seguiremos siendo, y aún cuando algunos de nuestros ex compañeros pudieran haber salido mal o inconformes con nosotros, ninguno puede negar lo que aprendió en Noroeste.

    Y no es que seamos extraordinarios respecto a otras empresas, lo que ocurre es que con una dinámica de elaborar un producto editorial diario impreso y tener un flujo constante de cobertura para plataformas digitales, aun en fin de semana, festivos, catástrofes, pandemias... el aprendizaje es rápido y efectivo.

    Además de que nuestros procesos editoriales son muy claros y están muy bien establecidos, y en cuanto alguien entra a trabajar a nuestras redacciones los conoce, los entiende y los pone en práctica.

    Hoy, como en muchas ocasiones durante el año, estamos en medio de cambios, ajustes, pruebas, reacomodos dentro de la Redacción, las enfrentamos no con resignación, sino con optimismo. Confiamos en nuestra gente, confiamos en la preparación que les damos, y, pese a todo, somos un medio donde aún se puede hacer carrera.

    Aunque pudiera verse diferente desde afuera, siempre estamos buscando nuevos y buenos prospectos, y también siempre estamos viendo a nuestra propia gente para tratar de hacerla crecer. No siempre es fácil o rápido esto último, sobre todo en estos tiempos en que nuestra industria está tan castigada, tan cambiante y a veces hasta impredecible, no solo a nivel nacional sino a nivel mundial.

    Pero tratamos de seguir invirtiendo en nuestra gente, en su preparación, en su desarrollo... y sí, seguimos siendo una escuela de periodismo con las puertas abiertas para todos aquellos que buscan contribuir a mejorar su sociedad.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!