‘¿Tienen miedo?’, nos preguntan desde la ingenuidad juvenil

Acostumbrados a ser los que preguntamos, a los periodistas a veces se nos olvida que también podemos ser cuestionados, pero de vez en vez nos vemos enfrentados a un público o una audiencia que nos somete al escrutinio.

Y hablamos de escrutinio en un sentido general, no necesariamente negativo como podría pensarse. A veces es vigorizante el cuestionamiento, pues ayuda a llegar a la reflexión propia.

Y eso fue un poco lo que sucedió este lunes pasado, cuando recibimos la visita de un grupo de estudiantes de la carrera de Comunicación de la Universidad Autónoma de Sinaloa en nuestras instalaciones de Noroeste en Mazatlán.

No es la primera vez que recibimos la visita de un grupo estudiantil, de hecho es bastante común para nosotros, principalmente en el puerto, no tanto en Culiacán, aunque debemos admitir que cada vez son más escasas esas visitas o recorridos.

Hace algunos años recibíamos grupos hasta de kínder y primaria, pero ya no es tan usual, no nos queda claro el por qué.

En fin, lo importante es que aún existen, y decimos importante porque si algo nos caracteriza es la apertura hacia la comunidad, y qué mejor que hacerlo y continuarlo a través de la comunidad estudiantil.

Los muchachos recorrieron nuestras instalaciones, que ciertamente ya no son tan grandes como lo eran hace unos años, pues nos hemos ido compactando en cuanto a áreas físicas para irnos optimizando, pero aún así lo más trascendente es que se reúnen con personal de nuestras diferentes áreas.

Por supuesto donde más les suele interesar es lo periodístico, pero no es lo único, por eso nuestros recorridos son usualmente entre la Redacción y el área de Publicidad/Marketing, así como el área de Producción.

En el diálogo que sostuvimos con ellos algunos de los periodistas, no sólo les explicamos nuestros productos periodísticos y nuestro proceso editorial, sino que también les respondimos algunas preguntas.

Dos de ellas nos llamaron la atención: ¿qué es lo más importante o histórico que les ha tocado atestiguar? y ¿tienen miedo?, refiriéndose a la cobertura actual que realizamos de la ola de violencia que aqueja a nuestro estado.

La primera nos hizo recordar a los periodistas de más experiencia, y les contamos sucesos como las elecciones del año 2000, cuando terminó la hegemonía priísta de más de 70 años en la Presidencia, que para muchos de ellos es algo más bien anecdótico que para nada tienen presente dada su juventud.

Pero también recordamos hechos de violencia como cuando nos atacaron y rafaguearon nuestras instalaciones en el 2010, o bien cuando nos privaron de la libertad a uno de nuestros fotógrafos.

Surgiendo también recuerdos de coberturas trágicas como el trenazo de 1996 en la Avenida Santa Rosa, pero también el de 2015 en el crucero de Cerritos.

Sin embargo la pregunta que nos detiene siempre por un instante, y que no es la primera vez que nos hacen, “¿tienen miedo?”, y aunque es amplia, sabemos que cuando nos la hacen se refieren a la cobertura que realizamos de sucesos relacionados con la violencia y el crimen organizado.

Por supuesto que nuestra respuesta absoluta fue, como ha sido siempre, un rotundo sí. Porque claro que sentimos temor durante algunas coberturas y no sólo los que están en la calle cubriendo sino los que estamos desde la Redacción monitoreándolos.

Pero, les decimos, nuestra profesión admite el miedo, sin embargo no el paralizarse o salir corriendo en sentido opuesto a los hechos.

Nuestra labor, les insistimos, incluye respetar los propios protocolos que tenemos establecidos, cuidarnos siempre y mantenernos vigilantes aún cuando sea una cobertura cualquiera, y hasta cuando nos movemos en nuestro día a día.

Y recalcamos que la seguridad de nuestros periodistas es lo que prima todas nuestras decisiones, y es siempre nuestra principal preocupación y responsabilidad.

Tras varias preguntas similares, los estudiantes suelen irse satisfechos de su convivencia con periodistas, y eso siempre nos deja satisfechos a nosotros.

Por supuesto la visita no pudo cerrar mejor, pues tras reunirse con él área de Marketing se llevan algunos souvenirs institucionales y finalmente cierran el recorrido en el área de Producción del periódico impreso, la Prensa, como le llamamos, o la rotativa, la máquina que imprime nuestros ejemplares diarios por la noche, y muchas maquilas que imprimimos a lo largo del día.

Así que pese a ser jóvenes, la gigantesca rotativa trabajando a toda velocidad en la impresión suele ser una imagen cautivadora para quienes de un modo u otro estamos ligados con el periodismo.

Muy “old school” o “vieja escuela”, pero siempre es una interesante visión sobre todo dado que nuestros visitantes estudian periodismo.

Nos gusta recibir visitas, aún cuando nos sacan un poco de nuestras ocupaciones y labores diarias tan demandantes, o tal vez por eso, y porque nos recuerdan nuestra profunda relación con nuestra comunidad, esa que es y ha sido siempre vital para Noroeste.