La afluencia de turistas hacia Mazatlán se ha mantenido en períodos importantes y cortos, como Carnaval o Semana Santa, pero el flujo ha bajado durante los fines de semana, a comparación de como se tenía hasta hace nueve meses.
Sí, la ola de violencia que se registra en Sinaloa ha generado una mala percepción sobre la inseguridad, aunque los hechos se encuentren focalizados.
Y autoridades y los sectores turísticos de Mazatlán se han esforzado por proyectar una imagen de que el destino es seguro y lo pueden visitar y pueden disfrutar de sus diferentes atractivos.
Y lo logrado no ha sido suficiente, por eso resulta importante el compromiso de parte de las autoridades por garantizar espacios seguros para Mazatlán y para el resto de Sinaloa durante el período vacacional que está por iniciar.
La mayoría de los turistas que visitan Mazatlán, por ejemplo, lo hacen a través de la carretera y una de las razones por las que ha disminuido el flujo de visitante es la incertidumbre de qué tan seguro es hacerlo en estos momentos en que los hechos de violencia se siguen presentando.
En la medida en que las autoridades se comprometan con una estrategia que permita viajar de manera segura, tanto para visitantes como para la población que viaja en ella, seguro resonará la confianza que es visitar uno de los sitios turísticos más importantes en el País.
Que a Mazatlán le vaya bien es importante porque permite sostener las fuentes de empleo que dependen de los diferentes servicios que se ofertan en la ciudad y a su vez contribuye a que se tenga una reactivación económica de otros sectores.
Por ello, resulta importante apostar por este período vacacional de verano para que las visitas de turistas resulten como se esperan, con buena ocupación en los hoteles e importante derrama en otros servicios.
Si las autoridades vuelven a aplicarse con operativos de seguridad como se realizaron en Carnaval y en Semana Santa, seguro que Mazatlán podrá reponerse de los fines de semana que no han podido repuntar, como ocurría antes de que iniciara la ola de violencia.