Bukele exporta su ideario

28/10/2025 04:00
    La estrategia de los seguidores de Bukele es crear una opción política en Colombia que ofrezca los principios del Presidente salvadoreño: seguridad y control de la criminalidad.

    El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se alista para exportar sus ideas más allá de las fronteras de su país.

    Como si se tratara de una receta ideológica, al más puro estilo de la Guerra Fría, cuando el capitalismo y el comunismo intentaban exportar sus maneras de entender el poder, Bukele comienza a soñar con ser un referente mundial.

    Su “receta” es sencilla y está dirigida a todos aquellos países que sufren la plaga de la delincuencia organizada y la violencia como una de sus manifestaciones, o sea prácticamente toda Latinoamérica.

    Y su primer objetivo es Colombia, un país cercano y con una de las mayores historias de violencia y delincuencia, una región donde nacieron los carteles de la droga y que ha sufrido la devastación causada por las guerrillas.

    La estrategia de los seguidores de Bukele es crear una opción política en Colombia que ofrezca los principios del Presidente salvadoreño: seguridad y control de la criminalidad.

    El movimiento político colombiano lleva el nombre de “Bukelistas Colombia” y reúne a cientos de colombianos que admiran los logros de seguridad conseguidos en El Salvador, y que les gustaría ver replicados en su país.

    Y si Colombia es el primer destino, la intención de los bukelistas es intentar replicar su oferta política al resto de los países latinoamericanos, así que no les sorprenda que México esté en la lista de los organizadores, que ya comienzan a vender las estampitas de Bukele como si fuera un santo.

    Mientras tanto, los especialistas aseguran que las medidas impuestas por Bukele difícilmente se pueden aplicar en países grandes y con geografías, sociedad y culturas completamente diferentes a la tierra salvadoreña.

    Por lo pronto, estamos seguros de que al Presidente salvadoreño le sobran admiradores en nuestro país... tristemente.