Crítico

30/06/2021 08:11

    En medio de la pandemia del Covid-19, la confianza es lo que menos debe hacer la gente aún cuando la vacunación contra este crítico coronavirus siga avanzando.

    Porque los contagios se siguen generando, porque las infecciones siguen llegando a todos y sobre todo, porque todos son propagadores potenciales del virus.

    Sinaloa es un caso que sirve de ejemplo sobre la gestión de la pandemia. Ante la reducción de los pacientes que han dado positivo al Covid-19 y ante la disminución de las muertes, las medidas preventivas se relajaron y la entidad prácticamente regresó a condiciones como las que se tenían previo al inicio de esta crisis sanitaria.

    Y entonces las calles se llenaron de gente sin cubrebocas, el transporte público empezó a operar sin ningún tipo de restricciones y los espacios públicos, aún con la promesa de que estarían restringidos los accesos, se llenan como si no hubiera ninguna amenaza.

    Y ahí están las consecuencias de ese relajamiento: el número de pacientes infectados y de muertes ocasionadas por el Covid-19 han mantenido un ascenso durante las últimas semanas.

    Y podrá atribuirse a las elecciones de principio de mes o a cualquier otra causa, la realidad es que la gente y las autoridades empezaron a comportarse como si no ocurriera nada, ni en México, ni en Sinaloa.

    Y tal vez esa sea una de las razones por las que en este momento, la sociedad y las autoridades han convertido otra vez el Crítico en una situación peligrosa.

    La gente que no ha querido entender que se trata de una pandemia activa, aún con vacunas ya aplicadas, los negocios que no entienden que con las restricciones adecuadas, su negocio podrá estar operando por más tiempo, y las autoridades que simplemente no han querido actuar y ha optado por dejar pasar.

    Sinaloa está entrando de nuevo en una situación de emergencia y solo con la colaboración de todos será posible contenerla. De la gente, tomando las mismas medidas sanitarias de cuando se sentía inseguro. Los negocios, tomando medidas para asegurar que sus clientes estén en un espacio seguro. Y las autoridades, que aún cuando lleguen las vacaciones de verano, obliguen a todos a cumplir. Solo así, Sinaloa podrá estar seguro.