La crisis de inseguridad que vive Sinaloa no sólo está relacionada con los enfrentamientos que sostienen integrantes de facciones del crimen organizado. La crisis ha estado ligada al daño patrimonial de los sinaloenses.
En medio de los enfrentamientos armados que ha vivido Sinaloa en casi 10 meses, no solamente está el recuento de las personas que han sido asesinadas, más de mil 600 al iniciar el mes, ni de las personas que han sido privadas de la libertad, que casi llegan a las mil 700.
Sin duda, las pérdidas humanas en medio de este conflicto son de las situaciones más lamentables que ha vivido el Estado y de la que por ahora no se ve cuándo vaya a llegar a su fin.
Pero aunado a ello, esta crisis a la que aún no le han encontrado una salida, está la de los daños al patrimonio de las familias.
Según el Informe Diario que elabora Noroeste sobre esa incidencia delictiva, hasta el 1 de julio, en la entidad se había denunciado el robo de 5 mil 869 vehículos en el tiempo en que ha durado la ola de violencia, iniciada en septiembre de 2024.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal registra que de los vehículos que han sido robados, se han logrado recuperar 2 mil 071, poco más de una tercera parte de los registrados.
Aunado a ello se encuentran los robos a comercios, principalmente en la zona de conflicto que ha sido Culiacán y como consecuencia de ello, el cierre de establecimientos.
Las batallas que debe librar el Estado sin duda son muchas y complicadas, principalmente con la violencia que llega a las calles y carreteras, y es una tarea que aún está pendiente por cumplir, como también lo es el de la seguridad del patrimonio de los sinaloenses.
Desde luego que no hay una fecha límite para que las autoridades pongan fin a esta crisis, pero sí la demanda es creciente de que esta situación debe mejorar y por ahora, ninguna de las cifras que se presenten podrán suavizar la magnitud de la situación a la que ha estado sometida Sinaloa. Habrá que insistir en que urgen resultados.
