Derechos y obligaciones

    Una omisión que pareciera insensibilidad propició que los banderos se sintieran agraviados y desprotegidos, por lo que se lanzaron a las calles en una protesta que inició pacífica pero desencadenó enfrentamientos con la policía y evidentes abusos por parte de los uniformados.

    “El hombre nace libre, pero la sociedad lo encadena”, es una de las ideas fundamentales de Rousseau en su obra El Contrato Social, texto obligado para estudiar la convivencia entre humanos organizados en una sociedad.

    Desde tiempos remotos, el hombre buscó la manera de regular la interacción entre sus semejantes, se impusieron mandamientos, códigos, ordenamientos hasta llegar al derecho, precursor de las leyes que rigen aún en el mundo moderno.

    En El Contrato Social se define que el individuo “se entrega a la comunidad”. Si todos lo hacen, no es un sacrificio individual sino colectivo. Cada quien gana tanto como pierde, y sin embargo, es más fuerte, porque preserva su propiedad. Lo que surge es un “cuerpo moral” que podemos llamar “el Estado”.

    Sin embargo, cuando el ente regulador emite un ordenamiento sin consensuar entre los individuos a los que va dirigido, surge una inconformidad que debe atenderse, el contrato social obliga al Estado a llegar a acuerdos para preservar el orden y la paz en la sociedad.

    ¿Qué pasó en Mazatlán?, un ordenamiento que pareciera aprobado al vapor no fue discutido previamente con los entes jurídicos afectados, en este caso los músicos de banda que esperaban con muchas expectativas la temporada de Semana Santa, cuando tienen grandes oportunidades de tener mejores ganancias.

    Una omisión que pareciera insensibilidad propició que los banderos se sintieran agraviados y desprotegidos, por lo que se lanzaron a las calles en una protesta que inició pacífica pero desencadenó enfrentamientos con la policía y evidentes abusos por parte de los uniformados.

    Una situación que no debió pasar, de un diferendo que se podría salvar con diálogo llegó a ser noticia a nivel mundial.

    El Estado tiene la potestad del ordenamiento legal, sin embargo, los gobernados tienen el derecho de ser informados e incluso consultados acerca de esas decisiones.

    Hubo jaloneos, insultos, golpes, y aunque las aguas regresaron a la calma, por el momento, la sociedad se decantó en contra y mayoritariamente a favor de los manifestantes, a favor de una herencia cultural, a favor del derecho al trabajo.

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