El anuncio del Presidente Andrés Manuel López Obrador de garantizar un presupuesto de 50 mil millones de pesos para consolidar su propia policía élite, la Guardia Nacional, ha disparado todas las alarmas.
La Guardia Nacional es el cuerpo policiaco, integrado en su mayoría por militares, que nació como la gran propuesta para reducir los índices de inseguridad en el País, a la llegada del Gobierno federal actual.
El asunto es que después de tres años de esta administración, los mencionados índices no solo no se han reducido, sino que siguen a la alza, en prácticamente todos los rubros de alto impacto.
Y mientras la violencia crece y los carteles de la droga continúan repartiéndose el País, la Guardia Nacional sigue recibiendo infraestructura y recursos, sin que hasta el momento se aclare cuáles han sido sus resultados.
Para colmo, el Presidente anunció que se espera que el cuerpo policiaco se consolide el año 2023, apenas un año antes de que él termine su administración.
Si nos atenemos a la historia de este País, cada sexenio tenemos un proyecto diferente y rara vez un Presidente le da continuidad a los proyectos del Mandatario anterior. así que tenemos un problema costoso y sin visos de utilidad o eficacia.
Sería bueno que las autoridades federales comenzaran a fijarle objetivos a una Guardia Nacional a la que no se le conoce el rostro ni su trabajo ni los destinos de los recursos millonarios que está recibiendo.
Si vamos a gastar esas enormes sumas de dinero, por lo menos deberíamos tener la oportunidad de saber en qué se lo van a gastar y qué resultados nos va a dar.
Finalmente, tenemos que tener claro que detrás de la Guardia Nacional se encuentra el Ejército, el gran beneficiado del gasto que realiza el Presidente.
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