Educación, el reto

08/05/2025 04:00
    La crisis de inseguridad requiere atender muchos frentes y todos revisten importancia y más allá de la movilización policíaca y militar que eso ha requerido, también hacen falta planes para avanzar en el tema de la educación.

    Uno de los asuntos a los que la autoridad deberá poner atención y hacerlo de manera comprometida, deberá ser el de la educación en medio de la crisis de inseguridad.

    Sinaloa, como el resto del País, tuvo un impacto negativo en la modalidad de clases a distancia cuando el confinamiento se hizo necesario debido a la pandemia del Covid 19.

    Entonces, la educación tuvo un retroceso al disponer de un modelo educativo en el que ni la planta magisterial ni las comunidades estudiantiles estaban preparadas para avanzar en los programas de estudio.

    Ni tampoco lo han estado ahora, en la que algunos planteles han tenido que suspender las clases a causa de la amenaza que han significado los enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada en diferentes partes de Sinaloa.

    Mejorar la educación siempre ha sido uno de los principales retos, ya sea para las autoridades sinaloenses o las de México. Al País le urge una sociedad mejor educada y hay mucho trabajo qué hacer para alcanzar los objetivos.

    Pero no podrá lograrlo, al menos en el caso de Sinaloa, mientras no haya las condiciones mínimas necesarias para que el aprendizaje sea efectivo, sobre todo en la educación básica.

    Sí, la crisis de inseguridad requiere atender muchos frentes y todos revisten importancia y más allá de la movilización policíaca y militar que eso ha requerido, también hacen falta planes para avanzar en el tema de la educación.

    Y de la misma manera en la que se ha pedido que haya una evaluación de los operativos de seguridad, para conocer cuáles han sido sus alcances y cuáles sus limitaciones, lo mismo se requiere para el de la educación.

    Las autoridades, sobre todo las educativas y la comunidad escolar, deberá evaluar hasta dónde las clases a distancia cumplen con la función de mantener el ritmo de los programas o hasta dónde se han limitado y que se puede hacer para solventarlo. Porque la educación y la formación necesita de evidencias y en ella no se puede trabajar a ciegas. Resolverlo también es un reto para el Gobierno.