El ansiado ‘perdón’

07/11/2025 04:00
    Detrás del “perdón” entre España y México hay años de trabajo diplomático y, sobre todo, la rebaja de las aspiraciones a la hora de arreglar el entuerto.

    Viajó desde España hasta México en una travesía más lenta y trabajosa que el viaje de las tres carabelas, y después de largos años de espera por fin desembarcó desde España el ansiado perdón solicitado por el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, en nombre de los pueblos originarios, nuestros indígenas, nosotros, pues.

    Le tocó a la Presidenta Claudia Sheinbaum recibir el ansiado perdón y aceptarlo con los brazos abiertos, restañando las heridas provocadas por el silencio oficial español a la ansiada solicitud realizada por el ex Presidente tabasqueño.

    Pero ¿qué hay detrás del ansiado perdón y cómo se consiguió desarticular un enredo que podría afectar la relación de los dos países más importantes del mundo de habla hispana, dos aliados históricos y dos economías hermanadas y en constante crecimiento?

    Bueno, detrás del “perdón” hay años de trabajo diplomático y, sobre todo, la rebaja de las aspiraciones a la hora de arreglar el entuerto. Para empezar, los españoles no estaban dispuestos a ver al Rey Felipe VI pidiendo perdón, y tampoco estaba para pedir perdón su Presidente, Pedro Sánchez.

    México tampoco estaba para aventar cohetes al aire a cambio de recibir el perdón, ni nuestra Presidenta estaba en condiciones de ir a España a recibirlo personalmente. Así que se llegó a un acuerdo razonable para ambas partes: finalmente el que salió a pedir perdón fue el Canciller español, José Manuel Albares, y lo hizo al inaugurar la exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena”, celebrada en Madrid.

    Exposición para la que México envió casi 500 piezas arqueológicas y etnográficas para exhibirse en museos de la capital española, en muestra de amistad y como una forma de celebrar ese pasado que se considera agraviado por la llegada de los españoles a América.

    En aras de la amistad y la reconciliación hay que recordar que esos españoles que llegaron a México y esos indígenas que los sufrieron somos nosotros, sí, usted, su familia, sus conocidos... Se calcula que el 80 por ciento de los mexicanos tiene un pasado español y, casi todos, un pasado indígena. Así que hay mucho que perdonar, pero hay más futuro por delante.