El Premio Nobel de la Paz puede ser un arma mucho más efectiva que un misil cuando se dispara en contra de un dictador, y en esta ocasión el “blanco” ha sido Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela.
María Corina Machado, la principal opositora al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, ha sido premiada con el galardón más importante del mundo, como reconocimiento a su lucha incansable por defender la democracia y conseguir una transición política pacífica en Venezuela.
El anuncio se da en medio de la escalada militar de Estados Unidos en contra del Gobierno de Venezuela y cuando la opositora venezolana se había visto obligada a permanecer en la clandestinidad, debido a la represión del régimen en contra de los opositores.
El anuncio de Machado como Premio Nobel de la Paz resonó en el mundo, pero no en Venezuela, donde el régimen de Maduro impuso el silencio; obligando a la población que apoya a la Oposición a festejar en silencio.
Los diarios venezolanos fueron una muestra de la división en el país caribeño, mientras los medios oficiales adoptaron el silencio oficialista, los diarios independientes dedicaron páginas completas al galardón que legitima la larga trayectoria política de Machado.
La venezolana es actualmente la figura política más relevante en la Oposición y a pesar de estar impedida para competir por la presidencia por el régimen de Maduro, consiguió hacer elegir a Edmundo González Urrutia, el candidato de la Oposición.
González Urrutia consiguió ganar la Presidencia, pero se vio obligado a exiliarse en España, debido a la represión de Maduro, quien se declaró ganador de las elecciones, aunque nunca pudo demostrar su triunfo en las urnas.
La dictadura, primero de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro, ha provocado el exilio de alrededor de 9 millones de venezolanos, la muerte de más de 10 mil personas; han sido arrestadas más de 15 mil personas en los últimos años, y se calcula que casi mil presos políticos permanecen en las cárceles de Maduro.
