Las declaraciones de Ken Salazar, Embajador de Estados Unidos en México, sorprendieron por su naturaleza afectuosa, al apoyar explícitamente la reforma energética que propone el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es la primera vez que un funcionario de alto rango del Gobierno de Estados Unidos se manifiesta de manera positiva de una reforma que había sido duramente criticada por el vecino país del norte.
La esencia de la reforma planteada por el Gobierno federal mexicano se centra en el intento por recuperar el control de la producción, distribución y venta de la energía en México, algo que se había abierto a la iniciativa privada en los últimos años.
Lo interesante es que en cuanto se anunció la reforma, diversas figuras estadounidenses lo vieron como una agresión a sus empresas involucradas en el sector en México, pero de pronto vemos unas declaraciones del Embajador apoyando los cambios.
Otro país que se ha quejado por los cambios que propone la reforma energética de AMLO fue España, cuyas empresas han apostado fuerte en México y de pronto se toparon con el cambio de reglas.
El Embajador de Estados Unidos no solo se manifestó públicamente en favor de los cambios promovidos por López Obrador, también resaltó la necesidad de hacer de las dos economías, la de Estados Unidos y la de México, una sola, algo que se antoja muy ambicioso.
Hasta ahorita, el Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos se ha centrado en generar ganancias para las grandes empresas, pero es momento en que no vemos que esas ganancias lleguen a los estratos sociales más bajos.
Ojalá y realmente los estadounidenses estuvieran interesados en allegar desarrollo a México y no solo pensaran en sus negocios.
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