Un diálogo real, es la petición que una y otra vez lanza la comunidad empresarial de Culiacán al Gobierno en estos tiempos de crisis.
Pensaríamos que tras casi 15 meses de la ola de violencia ya sería tiempo que imperara la escucha consciente entre sectores y la parte gubernamental.
No es que pensemos que estos últimos están cruzados de brazos, sabemos que no es así y acciones diarias lo demuestran, pero lo cierto es que pese a eso, vemos lejos una solución a corto plazo de esta crisis que nos agobia y nos preocupa a todos.
Ciertamente el empresariado plantea puntos en relación a su ámbito, pues hay preocupaciones enormes, dada la falta de inversión por la incertidumbre relacionada con la inseguridad.
Máxime ahora con los ajustes al salario mínimo que tendrán que absorber las empresas.
“Acompañar el proceso hacia la meta salarial 2030”, es la petición del Consejo Intercamaral de Culiacán, y tienen razón, porque hace falta “inversión que permita a las empresas soportar los nuevos costos y generar empleos”.
No es sencillo para las empresas y negocios sostener la intención de salarios dignos cuando se tienen que enfrentar pérdidas económicas constantes por la carencia de clientes que están más preocupados por protegerse ellos y su patrimonio.
Y ni se diga el enfrentar hasta presiones del crimen organizado como extorsiones, cobro de piso, robos...
El miedo no es negocio para nadie.
Razonable por eso el llamado de las cámaras empresariales de Culiacán al Gobierno para sentarse a dialogar de frente a un contexto que se visualiza aún complicado para este 2026 que está a la vuelta de pocos días.