La amenaza de la sequía

04/10/2023 04:00
    Cada crisis climática debe dejar una lección que lleve a adoptar medidas que permitan una mejor convivencia con la naturaleza, incluso las adversas. La de hoy, es la del riesgo de la sequía y del impacto que podría tener en el próximo ciclo agrícola y el camino que habrá que adoptarse.

    Varios pronósticos meteorológicos coinciden en que octubre y noviembre podrían generar las lluvias que no se han presentado en entidades como Sinaloa.

    Porque a diferencia de otras entidades, en el Estado las lluvias han sido escasas y hoy, las presas se encuentran a mínimos que pone en riesgo los siguientes ciclos agrícolas si se sigue sin la captación suficiente de agua.

    Y a esto, hay que añadir también que el agua ayuda a realimentar los mantos freáticos y la extracción del agua para consumo humano.

    Es cierto que la disponibilidad de un recurso natural como lo es el agua obedece única y exclusivamente a que llueva, porque no hay otra opción para abastecer las zonas de almacenamiento, como son las presas.

    Y aunado a la escasez de lluvia, se ha registrado una temporada de calor extremo que ha acelerado la evaporación del agua que se mantiene contenida en las presas.

    Si el pronóstico de lluvias se cumple y en los próximos días se presentan las precipitaciones que se han estado esperando, la crisis que se avizora para el sector agrícola podrá dejarse de lado.

    Sin embargo, esto no exime de la responsabilidad que tanto administradores del agua como productores agrícolas deben asumir no solo para asegurar un uso racional del insumo para los cultivos, sino cómo ir adoptando medidas que les permita hacer un uso eficiente de ella.

    Es cierto que para muchos se complica adoptar nuevas tecnologías que garanticen el ahorro del agua y adaptarse a momentos en que el suministro puede ser crítico, como el que ahora se está presentando.

    Cada crisis climática debe dejar una lección que lleve a adoptar medidas que permitan una mejor convivencia con la naturaleza, incluso las adversas. La de hoy, es la del riesgo de la sequía y del impacto que podría tener en el próximo ciclo agrícola y el camino que habrá que adoptarse.

    Ojalá que las predicciones climatológicas se cumplan y llueva lo suficiente para salvar el campo en Sinaloa. Pero no hay que dejar de pensar en las alternativas disponibles para asegurar que el campo funcione.