La semana pasada fuimos testigos nuevamente de los comentarios totalmente fuera de lugar de una figura tan importante como lo es la del Secretario de Seguridad Pública del Gobierno de Sinaloa.
No entendemos ni sabemos a qué se refiere Gerardo Mérida cuando habla de amarillismo en la cobertura de medios de comunicación sobre temas de seguridad pública en Sinaloa.
El viernes pasado, Mérida Sánchez hizo esta declaración cuando acudió a presenciar el festejo con motivo del 109 aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana en Sinaloa, una ceremonia que se realizó en la explanada del Palacio de Gobierno y con presencia de otros funcionarios.
Pues ahí, Mérida Sánchez refirió que las autoridades logran mantener una estabilidad en materia de seguridad, pero que los medios exponemos otro panorama.
“No se ha permitido que la delincuencia haya superado a todas estas autoridades. En algún momento vemos notas, digamos hasta cierto punto amarillistas”, opinó.
“Alguna nota que se quiere dar a conocer, algún medio que quiere superar a otro en impacto y una nota aparece hasta siete, ocho, nueve veces”.
Entendemos que Mérida Sánchez llegó recomendado para ocupar un lugar en el Gabinete, ahora dudamos que esté capacitado para entender de lo que se trata.
No es la primera vez que realiza declaraciones totalmente fuera de lugar, como el tema del fentanilo, la ubicación de Sinaloa y el trabajo del crimen organizado que se hace desde acá, dichos por los que ya fue reprendido por el propio Gobernador.
Difícil entender que Merida Sánchez entienda y conozca Sinaloa, porque no hace falta amarillismo para impactar con lo que sucede.
Casi a diario hay asesinatos en las calles o baldíos de la ciudad, según reportes de la propia Fiscalía a diario hay privaciones de la libertad, evidencia de torturas, se difunden en redes videos con detalles de cómo operan los delincuentes; sólo entre diciembre de 2023 y enero de 2024 fueron hallados ocho cuerpos carbonizados.
Hace unos días se conoció el caso de una joven que fue quemada viva.
Esos, Secretario, son hechos, brutales, que dan escalofríos y provocan terror a los ciudadanos y ocurren en Sinaloa, donde usted es el responsable.
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