La izquierda que no fue

    Las elecciones del 2 de junio trajeron una serie de lecciones que parte de la sociedad mexicana y, sobre todo, los partidos políticos no han terminado de asimilar.

    El México de 2024, no es el mismo de 2006, cuando se efectuaron las que oficialmente fueron consideradas las elecciones presidenciales más competidas en la historia del país.

    En esa jornada electoral, Felipe Calderón Hinojosa fue declarado como ganador por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; el postulado por el Partido Acción Nacional ganó con una mínima diferencia de 0.56 por ciento sobre su oponente Andrés Manuel López Obrador de la coalición Por el Bien de Todos.

    Esa coalición opositora estaba liderada por una fuerza política que estaba por cumplir su mayoría de edad de 18 años, el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

    Ahora, 18 años después, una elección demuestra que la madura sociedad mexicana tiene otras ideas y otras expectativas respecto al rumbo que debe seguir este país, y eso atañe precisamente a los jóvenes, quienes nacieron en años previos al nuevo milenio y hasta ese aciago 2006.

    Mayor información, más participación en la discusión política, gracias a los avances tecnológicos que ofrecen cualquier dato al alcance de la mano y eso sí es literal.

    Heredero de la vieja y proscrita izquierda mexicana, el PRD nace de una fusión de agrupaciones, algunas clandestinas, que ya habían incursionado en la política con otros nombres que recordaban al repudiado oficialmente Partido Comunista Mexicano y ahora llamados Corriente Democrática.

    En 1987, una ala progresista del Partido Revolucionario Institucional rompió con esa agrupación y se fusionó con la Corriente Democrática, que venía de una desastrosa elección.

    En esa amalgama de izquierda y centro izquierda, el PRD tomó el registro del Partido Mexicano Socialista y se formó oficialmente el 5 de mayo de 1989.

    Hasta que, en 2012, la decisión de apostar por el Pacto por México convocado por el recién investido Presidente Enrique Peña Nieto, fue repudiada por el resto de grupos perredistas internos.

    Ayer, el Instituto Nacional Electoral notificó al PRD de la pérdida de su registro como partido nacional, pero también como partido local en 26 entidades federativas, al no lograr el 3 por ciento de las preferencias electorales.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!