"La sociedad habla"

Editorial

Las circunstancias por las que atraviesa Sinaloa ha hecho recurrente en las conversaciones el tema de la violencia. Los datos muestran a diario los homicidios que se registran en diferentes puntos de la entidad y el escaso resultado de las autoridades para afrontarla, para frenarla, para disminuirla.

Ante esta inacción de las autoridades, las locales, las estatales o las federales, la competencia que gusten, es la sociedad la que toma la batuta para mostrar el hartazgo por las condiciones en que se ha sumido Sinaloa.

Solo la voz de los ciudadanos, de la sociedad sinaloense, será capaz de hacer entender a las autoridades que algo malo está pasando en el Estado, que la violencia que se vive no es normal y que es urgente que se cambien los procedimientos de seguridad que evidentemente no dan resultados para afrontar la violencia.

Por eso, es que los periodistas salieron a la calle el martes pasado, un día después del crimen del periodista Javier Valdez, ocurrido el lunes. Por eso, es que estudiantes y maestros de la Universidad de Occidente en Culiacán también tomaron la calle, para reclamar un Sinaloa en paz y reclamar el crimen de un maestro. Y por eso, es que este domingo, diferentes sectores de Mazatlán, con organizaciones de abogados a la cabeza, harán lo propio, para pedir la seguridad que las autoridades han regateado.

El Gobierno que encabeza Quirino Ordaz ha intentado una y otra vez mostrar un Sinaloa en el que los operativos de seguridad están dando resultados, aunque los hechos muestren día a día más muertos que los registrados en años.

Los sinaloenses, por su parte, viven una realidad, la que no le han querido mostrar al Mandatario estatal, la del temor de que la violencia termine por alcanzarlos. Ya lo ha hecho con maestros, con empresarios, con funcionarios públicos, con un abogado y un periodista.

Ante esta realidad, han considerado necesario alzar la voz y no callarla, para reclamar por la violencia, para reprochar la inacción y para exigir, una vez más, que Sinaloa sea, de una vez por todas, un Sinaloa en paz.