Ola de calor

    Se necesita que los proyectos de urbanización que se desarrollan a lo largo y ancho del Estado, hablando de Sinaloa, estén acompañados de proyectos de arborización que permitan amortiguar las altas temperaturas. Las calles, además, lucen mejor con plantas que con el cemento solo. Y pensar, además, que el desarrollo de una ciudad no solo se mide por la capacidad de pavimentar calles, sino también, de preservar el medio ambiente y hacerla habitable.

    Los pronósticos para este año no difieren mucho de lo que se ha estado diciendo desde hace varios años: el calor será cada vez más intenso y nunca es tarde para prepararse para afrontarlo, sobre todo en regiones como Sinaloa.

    Después de varias semanas en que las temperaturas se mantuvieron frescas más allá del invierno, para la entidad empiezan a registrarse niveles de calor que ya alcanzan los 40 grados. Y esto apenas empieza.

    Otras ciudades de México han comenzado a registrar niveles de calor como no se habían presentado antes, como la Ciudad de México y es previsible que se extienda durante la temporada.

    En regiones como la península arábiga, se han registrado tormentas como nunca las habían tenido y en zonas árticas, como se documenta una y otra vez, el deshielo continúa.

    Y para Sinaloa, ¿qué es lo que se puede hacer? Además de evitar las exposiciones al sol porque puede llegar a ser muy dañino y mantenerse hidratado porque el calor demanda más líquidos, se requieren de políticas públicas que involucren a todos.

    Hoy, varias regiones viven en condiciones de sequía donde el agua hasta para consumo humano escasea.

    Y más allá de las medidas paliativas que se definen para atender un momento, se requieren de acciones que permitan prevenir el problema a largo plazo.

    El uso racional del agua, por ejemplo, debe seguirse fomentando y no reaccionar cuando ya no existe. Y el diseño de obras que permitan que las comunidades históricamente olvidadas tengan herramientas para satisfacer sus necesidades.

    Pero además, se necesita que los proyectos de urbanización que se desarrollan a lo largo y ancho del Estado, hablando de Sinaloa, estén acompañados de proyectos de arborización que permitan amortiguar las altas temperaturas. Las calles, además, lucen mejor con plantas que con el cemento solo.

    Y pensar, además, que el desarrollo de una ciudad no solo se mide por la capacidad de pavimentar calles, sino también, de preservar el medio ambiente y hacerla habitable. El calor no se podrá evitar, pero sí puede llegar un momento en que se amortigüe, si todos contribuyen a ello.

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