No es la primera ocasión, y quizás tampoco la última, menos si no cambian nada en la administración, que el Centro Penitenciario de Aguaruto se sale de control y muestra su verdadero rostro a la sociedad.
Ésta es una prisión estatal, ubicada en Culiacán, que en muchas ocasiones ha registrado enfrentamientos en su interior, y tras revisión de las autoridades, también han hallado armas, explosivos, drogas, celdas de lujo, y en esta última ocasión hasta un túnel.
Recientemente este centro fue noticia a nivel nacional tras una nueva revuelta de internos, mientras en nuestras calles se pelea una guerra por dos facciones del Cártel de Sinaloa.
El hecho es buen pretexto para recordar que en la última década ha tenido calificaciones reprobatorias en cuanto hacer cumplir los Derechos Humanos.
Imagínese, que según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, del 2014 al 2024 el Penal de Aguaruto ha manejado calificaciones reprobatorias en seis años, que aunque no consecutivos, sólo ha tenido como su calificación más alta de 6.76.
Además de las corporaciones policiacas, sin duda es que nuestro sistema penitenciario es otro de los rubros que sin duda se tienen que cambiar y por supuesto mejorar.
No es normal que el nivel de autogobierno alcance para organizar y efectuar batallas con rifles de asalto dentro de los penales... por más que lo quieran ver normal.
