Problemas comunes

28/08/2025 04:00
    La posibilidad de garantizar que las comunidades sean seguras en Estados Unidos depende de su gobierno y de sus legisladores, para poder modificar la manera en cómo se relacionan con las armas. Y en la medida en que se dispongan a cambiar esa enmienda constitucional podría tener efectos en la seguridad que se vive en México.

    Los problemas que comparten México y Estados Unidos son más comunes de lo que las autoridades en aquel país han querido reconocer.

    Un tiroteo registrado este miércoles en Mineápolis en una iglesia donde una escuela católica celebraba con misa el inicio del ciclo escolar, es sólo una muestra de ello.

    En Estados Unidos, es legal la venta de armas a cualquier ciudadano que llegue a una armería con una identificación oficial y con el dinero suficiente para adquirir la que más sea de interés.

    Esa es una de las causas que ha ocasionado que en ese país, cualquier persona, sin estar forzosamente vinculada a un grupo delictivo, sea capaz de iniciar un tiroteo en espacios públicos.

    Y esa proliferación de armas ha sido el origen para que en México, integrantes del crimen organizado sean equipados con armas de última generación.

    En Estados Unidos, la posibilidad de ser más estrictos en la venta de armas no ha sido posible debido a la división que prevalece en ese país, donde unos apelan a la urgencia de tener sus comunidades más seguros y otros se amparan en el derecho que les otorga la Constitución, en la segunda enmienda, donde todos tienen derecho a poseer y portar un arma.

    Y esa imposibilidad ha sido la base para que el tráfico de armas hacia México se facilite, a pesar de los controles de los que dispone Estados Unidos para evitar la salida de armamento.

    La posibilidad de garantizar que las comunidades sean seguras en Estados Unidos depende de su gobierno y de sus legisladores, para poder modificar la manera en cómo se relacionan con las armas.

    Y en la medida en que se dispongan a cambiar esa enmienda constitucional podría tener efectos en la seguridad que se vive en México.

    Mientras no haya la voluntad política para hacer esos cambios legales que permitan que en Estados Unidos se viva de manera segunda, episodios como el ocurrido en Mineápolis este miércoles seguirán repitiéndose.