Aunque las autoridades anuncian el esfuerzo que están haciendo para frenar la venta de pirotecnia en comercios y vía pública, lo cierto es que se siguen vendiendo pese a esos operativos.
Y sí, la autoridad tiene una responsabilidad principal de evitar que esos artefactos se estén vendiendo sin estar autorizados y que además, ponen en riesgo la seguridad de los demás.
En esta época del año, era común que se detonaran en cada y colonia y barrio y de cada comunidad a lo largo y ancho del País. Pero también, cada vez eran más comunes los accidentes que generaban.
Por eso es que se ha ido restringiendo su uso y por eso resulta importante que cada quien tome conciencia de los riesgos que implican su uso.
Los adultos de hoy tal vez tuvieron suerte de no sufrir un accidente cuando en su niñez fueron animados a detonar uno. Pero eso no implica que hay que animar a las niñas y niños de ahora a hacer lo mismo.
Porque esos artefactos se han hecho más potentes y por eso los riesgos sobre todo para menores se han incrementado.
Y por eso, además de la responsabilidad que tienen las autoridades de retirar de las ventas al público esos artefactos, se hace necesario también que las familias se hagan responsables y que hagan llegar el mensaje a otros.
Es una temporada de convivencia, en los lugares de Sinaloa donde las condiciones lo permiten, y aunque parezca un tema trillado, lo mejor es hacerlo de una manera sana, en la que no se ponga en riesgo a los suyos ni a los demás.
Porque las detonaciones de pirotecnia no únicamente arriesgan la integridad física de las personas, sino también son causa de incendios dentro de viviendas y nadie quiere pasar por una experiencia de esas, menos en una época en la que se busca que haya armonía.
Ha sido difícil implementar una cultura de denuncia de hechos que infrinjan la ley, pero si no quieren denunciar la venta de pirotecnia ya sea en alguna tienda cercana a su comunidad o en la vía pública, al menos, no la consuman. No asuman riesgos innecesarios.