"Un largo camino"

“México comienza a despertar”. ¿Cuántas veces habremos oído o pensado en esa frase esperanzadora, sinónimo de cambio y mejoría?

La corrupción sigue omnipresente en prácticamente todos los niveles de gobierno, la violencia y la desigualdad siguen siendo las principales características de nuestras ciudades y la “marca de la casa” de nuestro País.

Sin embargo, y en ese “sin embargo” nace una lucecita, por todo México corre un sentimiento de hartazgo que comienza a mover a la ciudadanía, la discusión ya no es si nuestros gobernantes son corruptos, sino qué podemos hacer para castigarlos y evitar que sigan robando.

Los gobernadores, antes intocables, comienzan a ser perseguidos, ya tenemos algunos en la cárcel y a otros bajo investigación. Claro, no podemos ser ingenuos y pensar que la justicia ya es una realidad en nuestro País, estamos lejos de eso, pero es que hace unos años ni siquiera se podía hablar de “tocar” a un Gobernador, mucho menos a un Presidente.

Hoy el fuero vive horas bajas y son pocos los políticos que no son cuestionados públicamente, no hay partido que sea intocable y algunos ciudadanos independientes han conseguido ocupar espacios de poder.

Falta mucho, estos son apenas los “rounds de tanteo” en una larga lucha que habrá de dar la sociedad para quebrar un sistema que se niega a morir, mucho menos a entregar los privilegios que ha construido a lo largo de décadas.

En Sinaloa, nuestros gobernantes todavía se sienten intocables, pero por lo menos comienzan a ponerse nerviosos.

Las instituciones comienzan a mostrar pequeños destellos de independencia, todavía sometidos al poder son incapaces de llegar hasta el final del camino y castigar a los corruptos, pero por lo menos los señalan y amagan con hacer cumplir una ley que sólo ha servido para negociar en lo oscurito.