|
"China: Boicot y catástrofe"

"A semanas de que el terremoto en China dejara más de 80 mil muertos, donde inicia la frontera étnica-geográfica con el Tibet."

""
20/06/2008 00:00

    Pablo Castillo/Noroeste Mazatlán

    Terminadas las muestras de solidaridad mundial hacia la región devastada, en Europa, renace la crítica al gobierno de este país. Su transparencia, ahora forzada por el desastre, permitió a los medios internacionales informaran de diversas facetas de la tragedia y sobre todo, la viva voz de los afectados.
    En los días del terremoto comí a diario en el restaurante de chinos que frecuento desde mi llegada a Génova, de hecho esos días lo hacia con ellos, antes que llegará el grueso de la clientela, para ver y comentar las noticias emitidas por Tv desde China, que amablemente me traducían, junto las notas principales al respecto del periódico en chino que aquí circula.
    Por primera vez los mismos chinos del interior y en el exterior se enteran de una tragedia en su país de tal magnitud, no sucedió lo mismo del terremoto de 1976 en Tangshan, que mató a más de 260 mil personas oficialmente, dice un profesor de la Universidad de Changai.
    Las imágenes y las notas, reflejan una rabia contenida contra la autoridad, donde las masas ubican la responsabilidad de su malestar. Y, en una población muy lastimada no se hizo esperar. Al grado de enfrentarse con los propios militares y funcionarios del gobierno. Antes tan temidos.
    Porque gran parte de las muertes se hubieran evitado sí el gobierno hubiera sido riguroso en el proceso de construcción en esa zona. La mayoría de los edificios derrumbados eran fragilísimos, sin respetar las normas mínimas de seguridad y de resistencia antisísmica.
    Incluso en muchos de ellos no participaron constructoras experimentadas. Fueron construidos por empresas que no se dedicaban a la construcción. La mayoría de los edificios hechos hace 20 a 30 años se derrumbaron. Y los más viejos, al lado de los caídos no tuvieron ni fisuras.
    Considerando que murieron junto con sus enseñantes la mayor parte de los niños y adolescentes en las escuelas a la hora del temblor, el gobierno levantó en la región, la prohibición de tener más de un solo hijo.
    Ahora dicen que se trata de un error humano, de una catástrofe natural culpando a la naturaleza, claman los padres de familia. Pero los expertos confirmaron sus dudas, también afectados y del mismo grupo social rindieron cuenta de fallas encontrados en la cimentación y en las estructuras de los edificios.
    Aunque el dictamen ya existía para los pobladores: fue mala construcción por corrupción, por cumplir un programa administrativo, priorizando la burocracia política sobre la vida de la población, eludiendo su más alta responsabilidad de protegerla, al permitir por negligencia tantas muertes.
    Esta drama acaecido en la china rural forzada a la modernización, ahora atrapada en un punto intermedio, rurbana. Una zona donde se produce el champiñón y una gran parte de la población trabaja en el campo. Pero igual que en México una joven generación espontánea de chinos fueron los primeros en organizar brigadas de rescate y de ayuda.
    Hay necesidad de idealismo entre estos jóvenes, viene desde la plaza Tiannamen. Trabajaron como nunca en el auxilio, mañana podrán dirigir su energía a la política o contra el gobierno.
    Y todo sucede en el país del año, donde esta el Tibet, donde serán los juegos olímpicos. Un país galvanizado de sentimiento nacionalista. A donde llegó la antorcha encendida después de correr el mundo en una carrera de obstáculos por las demostraciones contra el Gobierno de Pekín que ha reprimido a los tibetanos, que viola los derechos humanos, por antidemocrático y en general contra diversas practicas de su gobierno.
    Boicotear o soliderarizarse con china creo un dilema temporal para el mundo occidental que piensa usar las olimpiadas para abrir al gobierno chino a la democracia. La Nomenclatura vive en una burbuja. Cuando los intereses colectivos entran en peligro de colisión con los de un solo Estado, son aquellos los que deben prevalecer.
    Como está prohibido usar la fuerza del resto contra él, son permitidas las sanciones políticas, económicas y comerciales, para inducir a un gobierno a respetar los derechos se propios ciudadanos y de los extranjeros. A la iniciativa de que los jefes de estado no asistan al acto inaugural olímpico, se promueven acciones de la sociedad civil similares a las utilizadas para boicotear las olimpiadas de Sudáfrica, por el apartheid. Pues eso se discute en el parlamento europeo en favor del Tibet.

    *Miembro de El Colegio de Sinaloa