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"Editorial"

"¿Alianza por la educación?"

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06/09/2008 00:00

    Francisco Valdés Ugalde*

    El 15 de mayo fue signada la Alianza por la Calidad Educativa por el Gobierno federal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
    Dicha alianza tiene como objetivo central, según se establece en los considerandos, propiciar e inducir una amplia movilización en torno a la educación, a efecto de que la sociedad vigile y haga suyos los compromisos que reclama la profunda transformación del sistema educativo nacional.
    Es inocultable la crisis del sector educativo, que no solo redunda en una muy deficiente enseñanza, la cual ha quedado en evidencia con los pobrísimos resultados obtenidos en la prueba ENLACE que se aplica cada año a los educandos de educación básica y media básica, sino que ha quedado en evidencia ahora con el vergonzoso índice de reprobación en el examen aplicado el pasado mes de agosto a maestros de todo el país.
    Ante este aterrador panorama el ciudadano común esperaría ver que el sector magisterial entrara en un proceso de cambio, buscando no solo mejorar sus conocimientos y sus métodos de enseñanza, sino también esforzándose por hacer un uso más racional del tiempo en beneficio de los educandos.
    Lamentablemente no se advierte, por lo menos no hasta ahora, ningún cambio significativo. En el seno del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sigue prevaleciendo el corporativismo político al más rancio estilo de la época de José Robles Martínez y Carlos Jonguitud Barrios, que controlaron el poderoso sindicato durante casi medio siglo, el primero de 1949 a 1974, y el segundo de 1974 a 1989, a quienes sucedió la profesora Elba Esther Gordillo, que sigue manejando a esa organización con el mismo estilo, los mismos métodos y los mismos vicios.
    Este jueves miles de maestros, principalmente del centro y sur del estado, abandonaron las aulas para acudir a Playas de Ceuta, Elota, para rendirle pleitesía al Diputado Daniel Amador Gaxiola, líder "moral" de la Sección 53 del SNTE, dejando de lado el compromiso manifiesto de cumplir a cabalidad con el calendario escolar.
    De nuevo ha quedado en claro que para el magisterio sinaloense es mucho más importante festejarles sus cumpleaños y onomásticos a sus dirigentes, que estar en las aulas con sus alumnos; que es mucho más importante para los maestros congraciarse con sus líderes que cumplir su compromiso con el estudiantado y con la sociedad.
    Está claro que en México, como advirtió el mes pasado el rector Institucional de la Universidad del Valle de México, César Morales Hernández, se sigue apostando por mantener el bajo nivel educativo, de manera que se fortalezcan los partidos políticos, y todo esto a pesar de programas como la Alianza por la Calidad Educativa.