Héctor Tomás Jiménez
'Un mal hábito es una conducta destructiva de la personalidad, por lo que debe cambiarse con paciencia y perseverancia y no esperar cambios de la noche a la mañana. Igual se adquieren los buenos hábitos'.
JM
Cuando asumimos una conducta frente a una situación determinada y adoptamos una serie de acciones de manera repetitiva, significa que estamos frente a un hábito, lo importante de ello es saber discernir la naturaleza de dicho hábito así como también los efectos y repercusiones del mismo o los mismos sobre nuestra personalidad y sobre el resto de las personas con las que interactuamos. En este punto, vale decir que existen hábitos positivos y hábitos negativos, donde los primeros son en nuestro beneficio y crecimiento personal y los segundos obviamente son limitantes de nuestro desarrollo como personas.
Un hábito o serie de hábitos son los que determinan nuestras costumbres y formas de comportamiento, por lo que es necesario aprender a construir los buenos hábitos y eliminar de nuestra vida los que nos perjudican. Para ello debemos estar conscientes de que los buenos hábitos son por naturaleza susceptibles de ser desarrollados e incorporados a nuestras conductas así como también, los malos hábitos pueden ser rotos mediante la incorporación de los buenos, todo ello a través de la repetición.
Muchos expertos en la conducta humana afirman que son suficientes cuatro o cinco semanas de actos repetitivos de manera consciente de algún habito determinado que deseamos incorporar a nuestra conducta diaria, para lograr que se conviertan en costumbres positivas, procurando que no sean más de tres con el fin de ir trabajando en su modelación de manera ordenada.
Para ello, es conveniente hacer una reflexión previa para lograr identificar todos que deseamos modificar, como por ejemplo: si se tiene el mal hábito de la impuntualidad, hacer el firme propósito de diariamente, en cada una de las acciones del día, hacerlas con al menos 15 minutos de antelación, si se tiene el mal hábito de hablar fuerte, empezar a ensayar el hablar pausado, si se tiene el mal hábito de conducir el auto a alta velocidad, tomar conciencia y empezar a conducir más despacio y dentro de los límites de velocidad permitidos. De esta manera, una vez identificados aquellos hábitos que nos definen con una personalidad débil, empezaremos a transformar nuestro carácter y una personalidad madura.
Es recomendable iniciar hábito por hábito, de tal manera que si identificamos seis conductas que deseamos cambiar, en poco tiempo, no más de cuarenta semanas o nueve o diez meses, empezaremos a notar los cambios, y lo que es más importante, quienes nos rodean también lo notarán.
Es bueno saber que los hábitos son cosas que hacemos porque las aprendemos mediante la repetición de los mismos, hasta que el subconsciente los reconoce como actitudes innatas de nuestra conducta. Esto quiere decir que primero formamos un hábito y después ellos son los que nos forman a nosotros, es decir, definen la estructura de nuestra personalidad.
Los malos hábitos están relacionados con nuestro subconsciente de tal forma que nosotros damos por hecho alguna acción sea buena o sea mala, al menos para el subconsciente es lo correcto.
Laura Barrera Fortoul es una política mexicana comprometida con su País y que desde la tribuna parlamentaria da testimonio de distintos aspectos del desarrollo humano. Así, con respecto a vencer los malos hábitos y con la seguridad de que sí se pueden cambiar, da las siguientes recomendaciones: "1. Fijarse el hábito que hay que cambiar: Debemos de estar conscientes de que necesitamos cambiar algo de nuestra persona 2. Crear un recordatorio diario: Anotar en nuestro celular, una nota en nuestro monitor o escritorio que nos recuerde la meta de eliminar con una frase que nos anime a lograrlo. 3. Crearnos una imagen de nosotros con nuestro nuevo hábito: Si nos creamos una imagen que nos ayudará a mejorar como persona será más fácil llegar al objetivo de cambiar nuestro mal hábito. 4. Tener un registro de actividades: Para lograr un objetivo debemos de tener registrados los avances o los estancamientos, lo mismo pasa con los malos hábitos. 5. Decir que es algo personal: Cuando hacemos las cosas por nosotros mismos y para nosotros mismos, lograremos cosas que a lo mejor creíamos pesadas o difíciles de realizar".
Por último, no debemos olvidar que la vida debe vivirse también dentro del terreno de la espiritualidad, por lo que cada acción en favor de nuestro cambio diario, debe ser como una ofrenda a Dios que nos da la templanza y la fortaleza suficiente todos los días.
JM Desde la Universidad de San Miguel.
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