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Quevedo
Como tipo humano, debe de haber sido de cuidado; como escritor, es uno de los más grandes del idioma español. De él dice Borges que, más que un escritor, Quevedo es una vasta literatura. De veras que amerita leerse y releerse; es un pozo de estilo, sensatez, filo, donaire, coraje.
Quevedo publicó en 1626 el librito Cuento de Cuentos. Según Borges, el libro estaba "destinado a salvar del olvido algunas locuciones" arcaicas que estaban desapareciendo del habla cotidiana.
Según otra fuente, era una simple "reducción al absurdo de los coloquialismos más vacíos de significado". El caso es que una de esas locuciones quevedianas era "a trochi-moche". Lo curioso es que yo crecí con esa locución en mi entorno; era para mí tan natural como cualquier otra del habla popular: hacer las cosas a troche-moche, al aventón, con descuido (con "e" en "troche", extrañamente; pues el hábito poipular acostumbrado era a cambiar las "e" finales por "i": nochi, lechi, pinchi). ¡Y casi cuatro siglos atrás Quevedo buscaba rescatarla del olvido! Los caminos del Señor de la Palabra son inescrutables.
ALGUNAS FRASES CÉLEBRES DE QUEVEDO
Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.
Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.
Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.
Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo.
Muchos son los buenos, si se da crédito a los testigos; pocos, si se toma declaración a su conciencia.
El amor es fe y no ciencia.
Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.
La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
No es sabio el que sabe donde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca.
Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante.
Lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro poco más.
La posesión de la salud es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta, no se goza.
Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado.
Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.
Vive sólo para ti si pudieres, pues sólo para ti si mueres, mueres.
El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.
Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.
Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla.
Siempre se ha de conservar el temor, mas jamás se debe mostrar.
No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada.
El exceso es el veneno de la razón.
Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Poderoso caballero es Don Dinero.
El ocio es la pérdida del salario.
Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa.
Bien acierta quien sospecha que siempre yerra.
Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez.
Aplausos y chiflidos: gfarberb@yahoo.com.mx
Consultas: http://www.buhedera.mexico.com