"Con 'La Fea Más Bella' se agredió a las mujeres a partir de que se le presentó como barbies de silicón, que es el estereotipo vigente dentro de la televisión mercantil, cuyos directivos quieren que las mexicanas sean 'lindas pero tontitas', o"
SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ
México, D. F., 3 de marzo de 2007.
Demostración de fuerza
Mientras el Gobierno federal le aplicaba los últimos toques a la forma cómo se daría a conocer el proyecto de reprivatización de las autopistas que anteriormente estuvieron en poder de ciertos inversionistas, Televisa hizo la mayor demostración de fuerza que, en lo tocante a medios de comunicación, incluso empresas, jamás se hubiera visto en el país.
Aun cuando, a simple vista, los dos hechos mencionados no parecen tener alguna conexión entre sí, salvo la temporalidad, de todos modos a los analistas les llamó la atención la forma cómo se sucedieron, y para calibrar la magnitud de estos episodios, o sea, como dicen los rancheros ilustrado, para computarle los líquidos a los tubérculos, están las reacciones y comentarios que, al respecto, se han difundido por los medios informativos.
Por lo que toca al rescate carretero, los cuestionamientos más severos los están haciendo los legisladores y dirigentes de la oposición, para quienes se está procediendo como en los tiempos de los gobiernos priistas, es decir, comprarle (caras) las empresas quebradas a los particulares a fin de que el mismo Gobierno las saneara y las volviera rentables, para, en su oportunidad, revendérselas (baratas y en abonos) a inversionistas privilegiados, por lo cual, hubo quienes hicieron muy buenos negocios, como sucedió con las bancos.
Ante ello, en los próximos días, calculan los analistas, el proyecto reprivatizador de Felipe Calderón Hinojosa será impugnado, entre otros, en el Congreso de la Unión, y se rechazará el argumento de que este plan servirá para captar fondos que se destinarán a la construcción de nuevas carreteras.
Truculento final
Y con relación a la citada televisora comercial, la demostración de fuerza tuvo qué ver con el (así considerado por intelectuales y académicos) truculento e insulso final de "La Fea Más Bella", esa cosa que al comenzar se anunció como telenovela, pero que acabó como un revoltijo demencial usado para retrasar el momento en qué una rana (no sapo) se convertiría en una hermosa princesa.
Sólo que esa transformación nunca ocurrió, porque aun cuando la telehistorieta llegó a su fin, la lindura femenina prometida jamás se vio en las pantallas, aún cuando la heroína del culebrón se rasuró los bigotes y se quitó los espantosos y "yegüinos" frenos con los que, ociosamente, los ortodoncistas y diseñadores de imagen trataron de enmascarar su "belleza".
Sin embargo, con todo y sus disparatados excesos, "La Fea Más Bella" casi nada tuvo de extraordinario, como no sea amplificar el uso de elementos decadentes de un género televisivo digno de mejor suerte, porque le sigue gustando al público.
Así, en esta fallida telenovela, degradante refrito de la serie colombiana "Betty la Fea" .predominaron los gritos; vestimentas estrafalarias (que no elegantes); intrigas de atolería y dramas de quinto patio; reaparición lastimosa de lo que queda de vetustas luminarias; inclusión de personajes oligofrénicos a los que se les hizo aparecer como sagaces administradores empresariales y a mujeres que una y otra vez se les asoció al estereotipo de que la belleza está peleada con la inteligencia.
Barbies de silicón
Dicho de otra manera, con la aludida "telenovela" se agredió e insultó a las mexicanas a partir de que se le presentó como barbies de silicón, que es el estereotipo vigente dentro de la televisión mercantil, cuyos directivos quieren que las mujeres que sean "lindas pero tontitas", o "bobitas pero guapas", y así las pintan en sus programas, lo cual resulta ofensivo porque las mexicanas, en todas las capas sociales, destacan día tras día por su sensatez e inteligencia.
De paso debería decirse que, en materia de telenovelas, la TV mexicana, a pesar de ser la pionera del género y la que estableció las pautas para su diseño y producción, ya perdió la brújula y por ello desperdicia recursos y dinero, mientras que los teledramas colombianos, entre otros, van de acierto en acierto al dramatizar episodios verosímiles de la gente común y no se embarcan en monstruosos culebrones cuyos libretos no se guían por el sentido común, sino por lo cotidiano de la gente que pretenden representar.
Lo anterior también se está mirando en "Destilando Amor", dentro de la cual aparecen escenas estultas en las que el consejo de administración de una poderosa corporación tequilera se reúne para comerse unos bocadillos y felicitar a la cocinera que los hizo; de plano, en este caso, el fusil o refrito de "Café con Aroma de Mujer" y la serie "Dallas", en vez de generar lágrimas causa risas por el humorismo involuntario que manejan.
Acerca de esto, los críticos se han referido al hecho absurdo de que, en el medio siglo de vida de la telenovela mexicana, la barra nocturna familiar se ha inundado de dos producciones colombianas, mientras hay subocupación o desempleo de libretistas, productores y actores.
Las producciones colombianas tienen que ver con "La Fea Más Bella", que en Sudamérica se llamó "Betty la Fea", y "Juan Querendón" ("Pedro el Escamoso"); mientras que con La Fea ya se dijo todo, respecto al Escamoso a la mexicana, los comentaristas consideran que en la era del refrito y el libertinaje de adaptaciones, el querendón huehuenche viene precedido del éxito al mostrarse como un héroe griego mitológico subdesarrollado, modelo de la sabiduría popular y mujeriego como un gallo que comió viagra, pero que falla a las primeras de cambio.
Los críticos de la televisión han dicho que el pasado domingo 25 de febrero fue un día histórico para la televisión mexicana por lo que hizo, lo que representa y lo que generó la mencionada telenovela de La Fea, que consiguió más del 60 por ciento de los televisores encendidos de todo el territorio nacional, al mismo tiempo que produjo un desenlace telenovelero de más de tres horas precedido de una concentración de más de 200 mil personas en las calles regiomontanas; es obvio que toda esta gente se olvidó de sus carencias y de los problemas de México y los mexicanos.
Espectáculo industrial
Lo antes planteado no es un asunto menor, sino de los efectos que puede tener un espectáculo industrializado mediante el cual un sector minoritario de la población mexicana, directa o indirectamente, procura mantener "entretenidos" a los televidentes, para con ello adormecer cualquier actitud crítica, de acuerdo a la nueva versión del antiguo pan y circo romano y el apotegma napoleónico actualizado que dice que pueblo que no se divierte, conspira.
Por si fuera poco, el problema no se queda ahí, sino que también, advierten los analistas políticos, se relaciona con la decisión de la más poderosa empresa televisiva de ser intocable y no admitir que las autoridades, legisladores y partidos políticos, frenen sus proyectos expansivos, tanto en el ámbito de los espectáculos como, ahora, del juego y las apuestas, sólo por mencionar algunos ejemplos.
A juicio de los analistas, éste fue el mensaje que la susodicha televisora quiso mandar el domingo pasado con todo lo acontecido con el final de "La Fea Más Bella", y que concluyó con multitudinaria manifestación que tuvo lugar en Monterrey, la cual, de haberse realizado en la ciudad de México, hubiera sido, por lo menos, cinco veces más grande.
Aun así, la manifestación mencionada no resultó despreciable y sí fue lo suficientemente eficaz como para decir que sin necesidad de banderas políticas o populistas, la gran televisora, sin despeinarse, puede sacar medio millón de almas a rendirle culto a sus estrellas y ficticios personajes.
Obviamente, agregan los estudiosos, ningún partido político puede hacer algo similar, su capacidad de convocatoria está a la baja y algunos de estos mismos partidos son ya especies en peligro de extinción; ello también permite vislumbrar que, luego de la aludida demostración de fuerza, la "Ley Televisa" se queda como está y que no se autorizará la tercera cadena de televisión que exigen ciertos empresarios mexicanos asociados con extranjeros.
Los críticos de la televisión han dicho que el pasado domingo 25 de febrero fue un día histórico para la televisión mexicana por lo que hizo, lo que representa y lo que generó la mencionada telenovela de La Fea y por la cantidad de connacionales que estuvieron en la 79 entrega del Oscar.
Un As en la manga
En todo esto, las televisoras comerciales mexicanas tienen un as en la manga, con el cual esperan frenar las acciones en su contra, como ya lo han hecho en el pasado, pues como lo hizo notar la doctora Denise Dresser en Noroeste el pasado 12 de febrero, por temor a ser vetados en la pantalla y no aparecer en ella, y por miedo a ser linchados públicamente por la televisión, los políticos cuidan mucho lo que cuestionan de la TV; saben bien que la televisión ayuda a quien gobierna con ella, pero destruye a quienes se rehúsan a hacerlo auxiliándose de este medio.
Es una verdad universalmente aceptada, agregó la profesora Dresser, que en México, casi nadie quiere pelearse con las televisoras, casi nadie está dispuesto a alzar la voz para cuestionar el poder que han acumulado, los vetos que han ejercido, las leyes que ahora logran impulsar.
Debido a estos factores pasa lo que pasa, los políticos cuidan su futuro y creen que, en un país donde cada rato hay elecciones, sus candidaturas y campañas corren peligro de naufragar; de eso se agarran las televisoras y estaciones de radio para impedir que los regulen y les impidan hacer rentables negocios con las elecciones y los candidatos.
Esto se plantea, dicen los estudiosos, sin dejar de considerar la importancia que en nuestro país tienen los procesos electorales, pues, además de que nos abren la posibilidad de elegir libremente a nuestros representantes ante los Congreso de los Estados y el Congreso de la Unión, así como a nuestros gobernantes.
Reforzar la legalidad
También las elecciones nos dan la oportunidad de fortalecer nuestra democracia, para que ésta, cada vez más, sea más equitativa, envolvente, sin distinción de géneros ni de origen étnicos, para que la equidad sea plena y la justicia social efectiva; para que se favorezca la convivencia de las comunidades y se fortalezca el Estado de Derecho.
Desde luego, para que la democracia pueda fortalecerse, se requiere la concurrencia de varios factores, entre los cuales están los medios de comunicación masiva y la libertad de expresión.
Y son los usos que se dan a los medios de comunicación masiva, y no los medios propiamente dichos, los que pueden pervertir la libre emisión del voto, al pretender que se vote por candidatos a partir de los elementos visuales que de éstos se difunden por la televisión, en lo que vendría a ser un carnaval de imágenes (videoclips), en el que hay de todo, menos, definición políticoideológica, compromiso con el electorado, apego a la historia de nuestro país y subordinación al Estado de Derecho.
Consecuentemente, aun cuando abunden las críticas en contra de los medios de comunicación masiva, es evidente la importancia de los mismos, sobre todo, porque prevalece su manejo responsable. Los excesos y abusos que se observan en algunos medios electrónicos, son excepciones, no lo normal.
Sólo triunfos mediáticos
Además, se subraya, por las características que ahora registran las campañas electorales, ningún candidato tiene posibilidades de triunfo sin la concurrencia de los medios de comunicación masiva, especialmente los electrónicos,
Igualmente, dentro de la incorporación de nuevos recursos y medios de comunicación al proceso electoral, destacan los portales o páginas de Internet. En cualquier parte del mundo donde hay un país con aspiraciones democráticos, nos encontramos que, en su mayoría, los candidatos a cargos de elección tienen sus propios sitios interactivos en dicha red, que les permiten hacerse propaganda las 24 horas del día, y todo apunta a que el marketing político pronto le encontrará más aplicaciones a estas tecnologías.
Sin embargo, no nos deslumbremos con la revolución tecnológica, mejor atendamos lo que don Jesús Reyes Heroles dijo acerca de las computadoras: Muchos educandos cuentan ya con una pantalla electrónica en la que aprenden y obtienen información, desde la racionalidad de las matemáticas hasta la experiencia de la poesía. Pero desconocemos la existencia de computadoras para el espíritu.
En ese mismo sentido, el Papa Juan Pablo II nos advirtió que "Internet ofrece amplios conocimientos, pero no enseña valores; y cuando se descuidan los valores, se degrada nuestra misma humanidad, y el hombre con facilidad pierde de vista su dignidad trascendente".
Candidatos de aire
Pero si es un hecho que en los procesos electorales todo se ha comercializado, entonces los candidatos son de aire. No hay propuestas, lo que tiende a prevalecer con los intentos de que los ciudadanos tomen una decisión electoral viendo un mensaje televisado de 20 segundos, mediante el cual tratan de vender la imagen de los candidatos; los analistas preguntan si acaso pretenden, con dineros públicos, instaurar una democracia en la cual sólo valgan los elementos visuales.
Si ésta es la democracia que quieren implantar algunos medios electrónicos de comunicación masiva, entonces no se justifica que el pueblo de México, además de participar en las votaciones, le invierta tanto a cebar una telecracia, que en cada elección federal se engulle alrededor del 60 por ciento del presupuesto que el IFE le da a los partidos para las campañas electorales.
Con todo, hay una luz al final del túnel, y ésta es la Reforma del Estado que en estos momentos empieza a discutirse en el Congreso de la Unión; esperemos que esa misma luz sirva para iluminar a los legisladores y se considere que en dicha reforma tiene que regularse el uso político y electoral de los medios electrónicos de comunicación masiva; si dejan ir la oportunidad, volveremos a ver, con todas sus consecuencias, la misma película del 2006.