"Consciencia, percepción y realidad de ser humano"
Héctor Tomás Jiménez
Ser humano es la connotación con la cual describimos al hombre en las distintas visiones cosmogónicas, como son los aspectos externos, a saber, físicos y biológicos, e internos como los emocionales, mentales y espirituales. Es el cumplimiento de la unidad en la diversidad, de la expresión de la vida en múltiples manifestaciones, incluyendo el mundo de lo social, instancia frente a la cual, el hombre se desenvuelve como ser humano y fundamentalmente el lugar en el que logra convertirse en persona, según la visión de Carl Rogers en su libro intitulado de la misma manera.
Habría que decir que la imagen que el hombre proyecta de sí mismo en el contexto social donde se desenvuelve, no es una creencia que venga desde afuera, sino que es el conjunto de ideas prácticas, plasmado de valores y fines que constituyen la autointerpretación que la persona hace de sí mismo.
No hay ningún individuo que exista sin tener que comprenderse a sí mismo, de interpretar sus realidades subjetivas que se encuentran en su psique, anidadas en forma de recuerdos en su memoria, las que externamos cuando son satisfactorias y escondemos cuando no son experiencias gratificantes.
Una de las grandes diferencias que distinguen al ser humano del resto del reino animal, tiene relación con la conciencia, pues mientras que los animales están concientes de que lo son, se reconocen en manada e incluso tienen sus propios códigos de comunicación, el ser humano es el único que puede manifestar una conciencia moral que implica la capacidad de juzgar la moralidad, es decir, su orientación hacia el bien o hacia el mal de la conducta propia o ajena. La conciencia humana pasa a ser consciencia, cuando además de autoconocerse es capaz de juzgarse en sus acciones, desplegando con ello su racionalidad e inteligencia, cualidades que están muy alejadas del instinto propio de los animales.
De esta manera, utilizando la consciencia, es como el ser humano a través de sus percepciones, aprendizajes, vivencias, y recuerdos, se identifica con su ser real y conforma una personalidad que presenta como su yo personal ante la sociedad en la que convive. De ahí la importancia de los fenómenos como la percepción, la memoria y recuerdo como fenómenos que se dan en la vida interior del ser humano.
Con referencia solo al concepto percepción, éste proviene del latín "perceptio" y está referido a la acción y efecto de percibir a través de uno o más de los sentidos, alguna o algunas imágenes, impresiones o sensaciones externas, que generan en el sujeto una experiencia de comprensión y conocimiento de su realidad circundante. Este concepto, mantiene afinidades y concordancias con otros conceptos como son: aprehensión, cuyo significado está relacionado con la apropiación que hace el sujeto cognoscente de aquello que se le presenta en su propia realidad y lo suma como un conocimiento para si mismo.
Especialistas en el estudio de la psicofisiología afirman que los sentidos del hombre, como son visión, olfato, gusto, tacto, y audición, y que son estudiados como parte periférica del sistema nervioso central, están conformados por un cierto número de células especializadas que tienen receptores que reaccionan a estímulos específicos y por lo mismo, condicionan la experiencia en cada sujeto que aprende, podemos afirmar que tanto el fenómeno de la percepción como de la aprehensión, son complementarios, pues se incluyen mutuamente, ya que percibir es aprehender la realidad a través de los sentidos.
Es muy común que un mismo fenómeno o situación sea percibido de manera distinta por dos o más personas, esto es así en virtud de que los patrones culturales aprendidos le permiten a cada uno reafirmar su individualidad y nivel de conciencia frente a los fenómenos mismos.
Puede decirse también que a pesar de que un cierto fenómeno haya sido percibido de la misma manera, también es común que pasado algún tiempo, este sea recordado de manera distinta y por lo mismo, la interpretación que se le de también sea diferente. Esto se explica por el hecho de que a pesar de que las personas reciban los mismos estímulos del medio ambiente a través de sus cinco sentidos, en algún momento específico, cada persona en particular presta atención en forma selectiva a ciertos aspectos del medio y de la misma manera, pasan por alto otros. Esto último se explica por el llamado "efecto Zeigarnik".
JM Desde la Universidad de San
Miguel.
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