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"Editorial"

"Cortar el hilo de impunidad"

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LAS ALAS DE TITIKA
31/07/2009 00:00

    Con el asesinato del periodista radiofónico Juan Daniel Martínez Gil suman ya 7 los homicidios contra comunicadores cometidos en México en los 7 meses que van de 2009.
    El cuerpo sin vida del conductor de dos noticiarios de radio en Acapulco fue encontrado el martes semienterrado, con huellas de tortura y asfixiado por sofocación, tenía la cara cubierta con cinta canela.
    Al homicidio de Martínez Gil lo preceden seis crímenes perpetrados este año contra periodistas, el más reciente la segó la vida a Ernesto Montañez Valdivia, editor de Enfoque de El Sol de Chihuahua, quien el 14 de julio fue asesinado a tiros en Ciudad Juárez.
    El 12 de julio, el reportero del periódico Panorama y corresponsal de la agencia Quadratín en Zitácuaro, Michoacán, Martín Javier Miranda Avilés, fue encontrado en su vivienda muerto a cuchilladas.
    Eliseo Barrón Hernández, periodista de La Opinión Milenio, de Torreón, fue asesinado por un comando de gatilleros que lo levantó el 24 de mayo y al día siguiente su cuerpo fue encontrado con huellas de tortura y cinco impactos de bala.
    En ese caso el Ejército capturó a cinco de los presuntos homicidas, al parecer miembros de "Los Zetas".
    Carlos Ortega Melo Samper, periodista de El Tiempo de Durango, fue asesinado el 3 de mayo de tres balazos en la cabeza afuera de su casa en el municipio Santa María del Oro. Precisamente el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
    El 22 de febrero en pleno Carnaval de Huayacocotla, Veracruz, una supuesta riña terminó con la vida de Luis Daniel Méndez Hernández, reportero de La Poderosa de Radiorama, cuando disfrutaba con su familia de las fiestas carnestolendas.
    El autor de los disparos que mataron al periodista fue detenido días después.
    En Iguala, Guerrero, asesinaron a balazos el 13 de febrero a Jean Paul Ibarra Ramírez, fotógrafo del diario El Correo, cuando se dirigía a cubrir un accidente automovilístico.
    Estos siete homicidios son antecedidos por el asesinato de Gregorio Rodríguez Hernández, fotógrafo de El Debate, a quien el 28 de noviembre de 2004 mataron a balazos cuando cenaba junto con su familia en una carreta de tacos en Escuinapa.
    Pero el más dramático de los crímenes contra periodistas en México es el caso de Alfredo Jiménez Mota, reportero de El Imparcial especializado en información policiaca, quien desapareció el 2 de abril de 2005 en Hermosillo.
    La mayoría de esos homicidios y atentados con la libertad expresión está sin castigo, por lo que como dice Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, urge cortar el hilo de impunidad que prevalece en México con relación a estos crímenes.