"Cuando México alcanzó un esplendor económico, allá en los tiempos de Adolfo López Mateos, Pemex era la empresa líder, la empresa que a los mexicanos y al mundo nos la presentaban como un orgullo como y un modelo a seguir"

PREMIO

Cuando México alcanzó un esplendor económico, allá en los tiempos de Adolfo López Mateos, Pemex era la empresa líder, la empresa que a los mexicanos y al mundo nos la presentaban como un orgullo como y un modelo a seguir, confiable, competitiva y rentable, altamente rentable.
El hijo predilecto de Atizapán de Zaragoza, gobernó de 1958 a 1964, y dejó la estafeta en Gustavo Díaz Ordaz, buen Presidente, de triste memoria. Y a partir de ahí, no solo Pemex se torció, sino toda la economía mexicana dejó el camino y tomó una vereda que no tenía ni rumbo, ni destino.
Cambiar se dijo, para pagar una deuda con la juventud, pero no un cambio planeado para mejorar las condiciones de vida y de desarrollo de los mexicanos.
De esta historia se ha escrito mucho y mucho más se escribirá. Recuerdo una de las veces que fui al DF a asuntos de sorteos del Patronato del Tecnológico de Culiacán entre 1987 y 1989, recorriendo la Ave. Juárez, cerca de la Librería del Sótano, estaba sentado en la escalera que lleva al sótano, un hombre indigente que portaba un cartel que sostenía con un trozo de madera, con una foto de López Mateos con la bandera cruzándole al pecho, y anotada una leyenda que decía: "Cuando tú gobernabas, no había hambre".
Sin duda que cada uno puede pensar lo que quiera, que éramos menos, que la economía estaba bien, etc., etc., pero es muy sintomático, y es un referente para lo que vivimos los mexicanos después.
Pero regreso a Pemex. Las utilidades de esta empresa fueron en 2006, mas de 72 mil 100 millones dólares, lo que la hace muy rentable, pero el gobierno actual la presenta como empresa que requiere reformarse. Y es cierto, si se debe reformar, pero para ello no se requiere todo el circo que ahora vemos, ni todo el espacio, ni todo el tiempo que los medios le dan.
Simplemente, que la administración de Pemex mantenga esa rentabilidad y planifique su diseño a mediano y largo plazo. PEMEX no necesita de la inversión privada, aunque si necesita de la tecnología para exploración y refinación, pues entonces que la compre, tiene con que pagarla.
Fue a partir de Luis Echeverría cuando empezaron a torcer a Pemex, y en este torcimiento y retorcimiento que se le ha dado, todos han sido culpables. Los gobiernos del PRI y ahora los del PAN.
Pero también senadores, diputados y gobernadores (algunos como caciquillos de pueblo) de todos los partidos, que han recibido los excedentes de Pemex y los han utilizado discrecionalmente sin dar cuenta a ningún ciudadano, porque se creen y se sienten que no deben de hacerlo.
Dan alguna migaja y que el pueblo se conforme. ¿Porqué eso no está en las mesas de discusiones en el Senado?, porque no le conviene, ni al padre de Constanza, y si le consta a Beltrones, que como gobernador, al igual de todos, han derrochado ese dinero.
Un ejemplo: cuando Ramírez Acuña fue Gobernador de Jalisco, recibió de la federación en sus últimos tres años, 3 mil 601 millones de pesos por excedentes petroleros, los cuales utilizó para obras en municipios conurbados a Guadalajara, en donde vive más del 62 por ciento de la población de Jalisco, convirtiendo ese dinero en "petrovotos" a favor del PAN. Esto no asusta a nadie, dado que los gobernadores priistas y perredistas hicieron lo propio.
No puede decirse que no se entregan fondos de los excedentes, lo que sucede es que no se cuenta con un plan integral regional de desarrollo, en donde puedan verse los beneficios por este concepto. Los estados que completan la cuarteta mas favorecida con estos excedentes fueron, Distrito Federal, Estado de México y Veracruz.
Pemex como empresa, atrapada entre el burocratismo legal y en las enemistades políticas de alto nivel, ha mostrado ser ahora, más que una empresa moderna, una empresa con verdaderas ineficiencias operativas. Durante el sexenio de La Madrid, el Director de la petrolera con López Portillo, un experto en petroleoquímica, el Ing. Díaz Serrano fue a la cárcel todo el sexenio por el "delito" de comprar dos barcos cisterna sin la aprobación del Congreso.
La razón política fue haber sido posible candidato del PRI.
Y como no torcer a la empresa, si su sindicato es en si, una fuerza imparable que ni el Presidente, menos el Congreso, puede atenuar. Las bajezas de sus líderes en términos de corrupción, sobre todo del actual, un tal Romero, se pagan con el dinero que la empresa le da al Sindicato, producto de las cuotas y de cuanto se les antoja pedir en un pliego petitorio que cada vez que se firma el contrato colectivo, presentan, y desde luego se aprueba.
Así que todo esto que está haciendo el Senado, no es mas que un circo que el ciudadano responsable y patriótico no aprueba.
El PRD se opondrá a lo que firme Calderón. Los llamados izquierdistas nylon, no ven en la iniciativa ni un punto favorable. Decir no, es su esquema. Y a esto se suman los priistas del Congreso para obtener ventajas, y lo hacen también los partidillos, pues algo les puede caer de la mesa.
Pero ni los propios panistas alcanzan a tener y a proponer una estrategia a mediano plazo para darle a la paraestatal un punto de apoyo.
Los priistas que ahora buscan ventajas, fueron quienes diseñaron un Pemex a su favor para obtener votos, y permitieron liderazgos de todo tipo, desde uno con disfraz de nacionalista con la Quina, hasta los de corrupción a la alta escuela como el del tal Romero.