FIFA
A muchos escandalizó la conducta y el trompabulario ("de las nacas", fue el comentario). A mí eso no me sorprendió demasiado, pero sí el máximo "insulto" que repetidamente vomitaron sobre el policía: "¡Asalariado!" El contenido clasista de ese exabrupto me pareció acalambrante.
Rofolfo Gaona
La estampa señorial que mi imaginación había fabricado de esta legendaria figura del toreo mexicano ("El Califa de León", 1888-1975, retirado en 1925) para variar no tenía nada que ver con la estampa real. Yo me la había creado como una especie de altivo hacendado de severo mirar y porte caciquil. La foto que alguien me pasó de Gaona en una comida de homenaje de 1914 al entonces presidente golpista Victoriano Huerta testimonia un aspecto brutalmente diverso: una suerte de Harpo Marx (1888-1964), tal vez más retador y menos pícaro pero igual de street-wise.
Curiosidades castellanas
Me dice un queridolector tan ocioso como yo: "La frase 'regala un globo terrácueo a Eugenia' contiene el único hexaptongo que conozco. Terrácueo viene de tierra y agua, que se deriva en la incorrecta "terráqueo". Hay muchos vocablos relativos a la tierra: terreno, terrestre, terrenal, terrícola, etc. pero no se dice terráqueo a propósito de nada de la tierra salvo de los globos. Q.E.D".
La Onda Verde
Me dice un queridolector que ya borda los 70: "Me encantó tu mensaje sobre 'La onda verde'. Refleja muy claramente los que los 'viejos' sentimos en estos tiempos actuales. No es desprecio, no es escándalo; creo que va más por el lado de la compasión y tristeza por los muy jóvenes y su actitud generalizada de 'amos del universo'. ¡La que les espera! De jóvenes nosotros no éramos así". Sí, es inevitable que esa risible arrogancia la paguen muy cara. De hecho, en muchos casos ya comenzaron a pagarla; y no saben ni por dónde salen los camiones que los están atropellando. Ahora, respecto de que nosotros "no éramos así", mmmm, me temo que el doctor Alzheimer nos complace demasiado a veces. Nosotros fuimos la generación Baby-Boom, no olvidemos, que dejó marca por algo, y quizá no éramos taaaaaaan arrogantes ni taaaaaaan inconscientes como los treintañeros de hoy, pero de ambos defectos (y de muchos otros) no estábamos muy desprovistos que digamos.
Tiempos militares
En esa fiesta reventada de la facultad de arte de cierta universidad liberal gringa destacaba por extraño un rudo sargento setentón de los marines, firme, serio y obviamente sobrio dentro de un mar de alcohol. Igual que el chupe de alto octanaje, abundaban en la fiesta las chicas guapas, idealistas y desinhibidas, una de las cuales se acerca al sargento y le hace conversación. "Discúlpeme, sargento, pero usted parece ser un hombre demasiado serio. ¿Le molesta algo?" "Negativo, ma'am. Sólo que soy serio por naturaleza". La chava mira sus condecoraciones y dice: "Parece que usted ha visto mucha acción". "Positivo, ma'am, mucha acción". La chava, tratando de sacarle más de dos palabras seguidas al tieso soldado, insiste: "¿Sabes una cosa? Creo que deberías relajarte un poco, soltarte y divertirte sin más". El sargento no dice nada; simplemente se le queda viendo de una forma curiosa pero seria. Por fin, la chava se lanza de lleno y le dice: "Bueno, espero que no me malinterpretes, pero quisiera preguntarte cuándo fue la última vez que tuviste sexo". "1959, ma'am". "Ah, caray, ¿sin sexo desde 1959? Con razón estás tan serio. De veras que ha sido un largo periodo". Y sin más lo toma de la mano, se lo lleva a un rinconcito privado y procede a 'relajarlo' varias veces hasta quedar exhausta. Dos horas más tarde, resoplando como azogada, con la cabeza sobre el pecho desnudo del sargento, la chava dice con admiración: "Wow, una cosa puede asegurarse: no olvidaste nadita desde 1959". El sargento, con su característica voz seria, responde tras echar una ojeada a su reloj: 'Bueno, espero que no. Ahorita es apenas 2130.' (¿A poco no te parece maravillosa la terminología que los militares usan para medir el tiempo?)