|
"Hecho real. Nogales, Sonora, miedo a lo desconocido"

"Desconozco si hubo muertos o heridos, lo que sí es que hubo mucho ruido"

""
27/03/2010 00:00

    Luis Losada Pescador/ NTX

    La Pilot empezó a oler a pólvora, nunca antes me había exaltado de tal manera por la angustia de no saber exactamente qué hacer. Perdí mi pasaporte al bajarme del carro, la gente en los otros carros haciendo cola con familias enteras, esos si ni para dónde hacerse.
    Desconozco si hubo muertos o heridos, lo que sí es que hubo mucho ruido. Javier pensaba que eran cuetes, yo soy más paranoico y sabía lo que era, por un instante tuve la inocencia de pensar que había acabado, era alentador pensar que ésta sería una ejecución más, las ejecuciones son casi siempre de un solo episodio.
    Pero había algo en esas detonaciones que no me aseguraba que fuera así, eran muchas armas. Lo que me llamó más la atención fue la frecuencia de las pavorosas, parecía que eran varias chamusconas detonando una detrás de la otra, ninguna automática, pura cortita, lo único que puede causar ese ruido es un grupo de personas disparando, casi a la misma vez.
    Veníamos Javier Serrano y yo de cenar en Nogales, y haciendo cola en el carro nos tocó un fuego cruzado de casi dos minutos, yo me tiré del carro al asfalto y Javier no pudo salir, veía su cara de angustia sin nada que hacer; sólo escuchaba mi respiración tupida y cansada, los truenos no paraban.
    Javier se quedó recostado en el carro, yo en el asfalto, los dos esperando todo y nada; en los otros carros no había nadie, imagino que todos estaban agachados.
    No sabemos qué pasó exactamente, vimos a muchos policías; lo que no me gustaba es que eran varios y se escondían detrás de una pared y pensaba yo "¿Qué pueden estar viendo que entre siete no le quieren entrar? Algo anda muy pero muy mal... ¿Así será la marabunta de cabrones frente a ellos?". Todo pasa por la mente, se asomaban y reculaban, y casi se escondían en la Pilot, así de cerca estaba, no dejaba de pensar "si ellos que traen armas están reculando, ¿qué nos espera a los que estamos haciendo cola sin poder movernos?...
    Desesperante es poco para describir ese sentir, pero no pasó nada, los polis asustados y gritando bajaron a gente de unos carros. Mucha adrenalina, no hay mucho que puedas hacer más que actuar, si te paniqueas no ganas nada. Veinte minutos después vimos a un cabrón que salió en calzones de entre edificios, pasó una unidad blanca vidrios negros y se subió. A los tres minutos llegaron los PFP's por la misma calle por donde salió el tipo, increíble que no lo hayan topado.
    Había traído yo 10 tacos para que cenaran mi esposa y mi hijo, cinco minutos antes de que empezara ese cambiavidas me había avisado mi mujer que ya se iba a dormir y que no cenaría; por unos minutos titubee si les llevaba los tacos a unos vagos... decidí mejor llevarme la carne y tortillas a mi casa.
    Quién sabe si estuviera escribiendo esto ahorita... la vida es una consecuencia de cada decisión... la vida se debería de llamar "consecuencias"... quizás así no hubiera tanta depresión, pues haríamos recordatorios de cada decisión victoriosa, y fuera algo motivante.
    En mi caso si existió el optimismo, mas no es lateral, es bilateral, la mente está tomando decisiones demasiado aprisa y resignándose a cada instante.
    El miedo está presente en forma de angustia, de no ver, de no saber ese era mi terror. Javier me platicó que él estaba esperando escuchar cuando empezaran a entrar las balas por la parte trasera de la Pilot, yo pensaba que vería a los tiradores correr entre los carros hacia donde estaba yo "encuclillado"... no pasó... ese día.