FIFA
Me dice el doctor Miguel Ángel Contreras: "No se vale comparar el ébola con la malaria. Compare peras contra peras. Ébola es muchísimo más contagioso; la malaria no, sólo se contagia de madre a feto y por mosquitos. No existe un tratamiento conocido masivamente ---no viene en los libros de medicina--- para el ébola y sí hay muchos tratamientos para el paludismo. No le tengo miedo al paludismo en mí ni en un familiar. Puedo permitir que un hijo esté donde hay paludismo. Igual que el médico español referido, él tampoco tiene miedo del paludismo porque sabemos cómo prevenirlo y curarlo, pero envíe a sus hijos a donde está la epidemia de ébola o acérquese a un enfermo de ébola. Simplemente sáquele sangre a un paciente con sida a ver si no piensa en el contagio. Sin ir tan lejos, que un infectado de gripe simple ignorante y/o desconsiderado te salude de beso o de mano ya te infectó. Pero es gripe; se cura solo y nadie muere de eso (casi nadie).
"El ébola no es una infección cualquiera; es como un cáncer. Sólo que este virus mata muy rápido y es muy contagioso. Usted es como todo mexicano: no creemos en la autoridad o desconfiamos de ella, y por eso usted desconfía de los medios. Pero ya ha habido pandemias en el mundo, la última en 1918, la de la influenza española. Esas pandemias van causando mortandad a su paso. Viajan rápido. No tienen tratamiento. Son muy contagiosas. Acaban con buena parte de la humanidad. Alteran la economía y la historia. El paludismo no hace eso. Es epidemia, sí; pandemia, no.
"Es cierto que matan más humanos los hipopótamos en África que el ébola --hasta ahora-- pero es una enfermedad que afecta directamente a los servicios de salud. Como médico observo cómo están. IMSS, ISSSTE y Seguro popular y colapsarían ante una epidemia en México. Da diarrea y vómito y ahí van los virus, también en la saliva, hasta el sudor contiene virus. Entonces, aparece un caso y se contagian los familiares y el personal de salud hospitalaria. Ya pasó en 1918 con una infección viral que mató entre 50 y 100 millones: la influenza 'española'. Y esa influenza no mataba al 90 por ciento de los que la padecen, como el ébola. Además en 1918 no existía la densidad poblacional de hoy. Ahorita esta enfermedad está en África occidental, pero se expande casi exponencialmente. Desde que se inició esta epidemia van 382 trabajadores sanitarios infectados y han muerto 216. Médicos sin fronteras ha tenido 16 contagios y 10 muertes.
"¿A dónde va a parar esto cuando sean millones como se pronostica (hasta 1.4 millones en enero de 2015)? ¿Van a colapsar los servicios sanitarios? Aquí en México, si hay epidemia, colapsa al IMSS, etc. Analícelo, estúdielo por favor y divulgue con su humor característico. Seriedad... frío... no sesgos.... no asuste... no minimice... haga proyecciones a la velocidad de expansión que lleva hasta hoy".
¿Finta o ataque?
Muy pertinentes observaciones las del doctor Contreras. Como respuesta posible sólo atino a dar ésta del matemático, físico y bloguero catalán José Manuel Goig Campoy (Ébola: Versión Oficial por la Gracia de Dios): por lo visto hasta hoy, el ébola sólo parece ser una de dos cosas. Una, oootro de los espantajos que cada 5 años nos receta la OMS para mantenernos asustados. Y dos, un ataque verdadero de guerra bacteriológica de las fuerzas globalistas que buscan reducir la población mundial de los 7 mil 500 millones actuales, a sólo los 500 millones estipulados por las Georgia Guidestones y la Agenda 21. En el primer caso, sólo se trata de juegos pirotécnicos para vender "remedios" (como el Tamiflú en la última alarma). En el segundo, sería una auténtica embestida genocida. El primer caso pasa solo, después de hacer ooootro negocio. El segundo, sería un parteaguas en la historia de la humanidad. Casi nada; casi todo. ¿Cuál será la situación real?
Oooooommmmmm
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.
Festival Cultural Mazatlán
De octubre 9 a diciembre 20: carnaval del espíritu y la mente.
Hueconomía
Hoy viernes a las 2 de la tarde pasa por canal 40 mi capsulita de brujería apantallatarugos, errrrrrrr, macroeconomía científica. Quizá quieras verla; a veces se me escapan ideas más o menos útiles, ciertamente exóticas para la absurda concepción económica al uso, y tan simples que las puede entender cualquiera menos doctorados en economía de Yale o Harvard (ese refugio político disfrazado de institución académica) como Stanley Fischer, Janet Yellen, Larry Summers, Paul Krugman, Joseph Stiglitz y despistados conexos.
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