BELIZARIO REYES / SAÚL VALDEZ
Murió uno de los grandes del Partido Acción Nacional. Se fue Efraín González Morfin, ex candidato a la Presidencia de la República en 1970 y presidente de este partido seis años más tarde.
Nacido en Guadalajara el 5 de junio de 1929, González Morfín también ocupó diversos cargos públicos, el último durante la administración del ex Gobernador panista de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2000), en la cual fungió como secretario de Educación estatal. Además fue Diputado federal y catedrático de la Universidad de Guadalajara.
Su aportación al panismo fue amplia, pero se le reconoce su aporte en la parte ideológica. Desarrolló el concepto de solidarismo; él mismo dijo lo había tomado de la doctrina social de la iglesia católica, en particular lo que dicta la Constitución Pastoral Gaudium et Spes surgida del Concilio Vaticano II, y las Encíclicas del Papa Paulo VI, sobre todo Populorum Progressio que habla sobre el desarrollo de los países tercermundistas.
El solidarismo, síntesis reflexiva de la libertad y de la justicia que se inauguró con la proyección de principios del partido en 1965, es la permanente aspiración del PAN social; es la hoja de ruta de un nuevo contrato social fundado en el mérito, en la igualdad de oportunidades y en la vida responsable y participativa en la comunidad.
En el mundo de la política, en el mundo de la historia humana, quién se cansa de luchar por el derecho de defender la dignidad humana, se ha declarado vencido de antemano, me comentó alguna vez.
Quién fuera hijo de uno de los dos principales fundadores de Acción Nacional, Efraín González Luna, llamó desde hace 30 años a recuperar la misión de centro humanista que defiende, en la vida, el derecho a ser y que promueve, con la justicia, los derechos al bienestar.
Esa misión es la esencia del solidarismo panista. Es acción política y nacional que encarna, desde siempre, una tercer vía entre el individuo egoísta que desprecia la vida en comunidad, y el colectivismo que ahoga la iniciativa personal.
Para quienes creemos en el solidarismo, su visión tenía un claro sustento. Una realidad en la que 14.4 millones de mexicanos viven en condiciones de pobreza alimentaria y 44.7 millones en situación de pobreza patrimonial, Acción Nacional debe asumir el liderazgo de la agenda de las reformas sociales estructurales.
El PAN debe reorganizar sus prioridades para abanderar la lucha contra la pobreza, contra la marginación y contra la discriminación. Debe expresar en políticas públicas concretas, en medidas legales y acciones de Gobierno, los principios de solidaridad, de subsidiaridad y la primacía de la persona. Debe sustituir la inercia asistencialista por formulaciones más flexibles de colaboración entre Estado y mercado, y entre el ámbito de lo público y la esfera de lo privado.
Así como antaño el acceso democrático al poder motivó la lucha política, hoy Acción Nacional tiene frente a sí la oportunidad histórica de conquistar la victoria político-Cultural contra la desigualdad.
Descanse en paz, Don Efraín.
Que así sea.
P.D. Mi más sentido pésame para Don Rafael Morgan Ríos, el Jefe Morgan, Secretario de la Función Pública del Gobierno federal, por el fallecimiento de Josefa Ríos de Morgan, su Sra. Madre.
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