FIFA
Entiendo que varios paisano patasaladas se han propuesto una misión: rescatar el cañón de la Casa del Marino y/o Fuerte 31 de marzo.
Para empezar, yo nunca antes oí ese nombre/fecha. ¿Qué pasó ese día? Sí, ese mismo cañón que supuestamente el 13 de noviembre de 1864 defendió al puerto contra el ataque de la fragata francesa La Cordelliere, que nos disparó 12 cañonazos durante aquella ridícula "Guerra de los Pasteles", ¿cuál guerra no es en el fondo ridícula?.
Y digo "supuestamente" porque, ¿cómo está eso de que el cañón fue fabricado en 1875 y pudo disparar 9 años antes de nacer?
Precoz el muchacho; ni Pancho López lo fue tanto. ¿O era otro el cañón o todo es un cuento o qué?
No sería raro: la historia entera, de todos los países, está hecha de puros mitos. Lo que nos da un poco de vergüenza aclarar es que "el bombardeo cesó cuando el prefecto de la ciudad informó a los invasores que el ejército mexicano había abandonado la plaza y que formalmente él se las entregaba".
Lo que sí podemos decir sin tapujos es que el vistoso combate naval que da inicio al carnaval es la evocación de ese incidente, salvo que ahora la nave enemiga la hundimos a punta de plomo.
Lo dicho: puros mitos. Pero se entiende: un buen cuento para iniciar el reventón anual.
En fin, el empeño de rescatar ese cañón me parece admirable, pero sólo por lo que implica de reivindicación de un símbolo histórico local que tiene poderosos ecos en mi memoria.
Amarcord
Yo viví a una cuadra de ahí, en la colonia de Los Pinos, desde los 12 años. Visité ese lugar incontables veces, y descubrí en sus laminillas oxidadas que para el mar y el tiempo el más resistente de los aceros, el usado para fines bélicos, es simple arenilla pulverizable.
Recuerdo en especial que los vecinos tenían contratado un velador, cuyo nombre no recuerdo, para cuidar por las noches las cuatro manzanas que componían la colonia.
Era un indio simpático, curtido el rostro a navaja por el trastorno habitual de sus ritmos circadianos, enjuto, nervudo, totalmente de cobre y muy platicador, siempre con un cigarrillo en los labios, que parecía el clásico "sardo mariguano" que ilustraba la novelita Tropa vieja, de Francisco L. Urquizo, en aquella edición de Populibros La Prensa, "Tropa Vieja toma como anécdota la historia de Espiridión Sifuentes, un coahuilense que es llevado por la leva porfirista para integrarse en el ejército federal hasta el estallido de la Revolución.
Escrita en un estilo vigoroso, Tropa Vieja narra la decadencia del régimen de Porfirio Díaz y es también una descripción de la vida despiadada de los cuarteles, donde igualmente puede florecer cierto compañerismo.
Ahí se ve que las soldaderas no fueron un invento de la Revolución y que la mariguana era la gran amiga de los soldados.
Sifuentes es también el narrador, una especie de héroe, en parte picaresco, que transmite el mensaje civilizatorio que Urquizo quería plantear.
Soldado del 9o. batallón, el mismo que arrasó con los alzados de Tomochic, Chihuahua, en 1893, Sifuentes dice al final de la novela, cuando Huerta ya había matado a Madero: '¿Tú crees que la gente se va a conformar? Otro Madero saldrá y entonces, ¡entonces quién sabe!'".
Cuando yo tenía unos 14 años ese velador fue asesinado una noche junto al cañón. El periódico no dio la noticia, ningún vecino hizo la menor alusión al asunto, yo me enteré del caso por pura casualidad, y fue la primera vez que observé que la vida sigue siempre como si nada pase lo que pase y se muera quien se muera.
Morboso desde entonces, yo fui la mañana siguiente a ver la escena del crimen; todo lo que descubrí fue un poco de sesos todavía frescos embarrados en la piedra con que le habían partido el cráneo.
Pero en fin, hablábamos del cañón. Y aunque simpatizo con los rescates históricos, no lo hago con las armas.
Con ningún tipo de armas. Todas ellas existen sólo para una finalidad: matar gente. Por lo tanto, debo desligarme de ese empeño de nobles motivaciones pero reprobable encarnación.
¿Revivir fraternidades, amor, armonía? Le entro. ¿Resucitar odios, enconos, violencias? No voy.
Aplausos y chiflidos: gfarberb@gmail.com
Consultas: www.buhedera.mexico.org